Los consumidores son cada vez más conscientes de la grave crisis medioambiental que se está viviendo. En consecuencia, el consumo sostenible y responsable se ha convertido en una prioridad para una gran parte de la población española y las empresas poco a poco se están adaptando, también en el sector funerario.
Las funerarias no se encuentran al margen de esta creciente y sólida tendencia, como se puede comprobar a la luz de los numerosos esfuerzos que algunas de ellas están haciendo por reducir su huella ambiental. Un claro ejemplo es el que representa la sede de Interfunerarias en Madrid, desde donde explican cómo pueden las compañías del sector funerario aportar su granito de arena al cuidado del planeta.
Principales objetivos
Disminuir el efecto que su actividad tiene sobre el medioambiente es uno de los objetivos que se plantea un sector que, cada año, lleva a cabo 260.000 inhumaciones y 150.000 cremaciones. Esto es en gran parte inevitable, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para compensar estas emisiones derivadas de su actividad.
En primer lugar, existe la posibilidad cada vez más recurrente de sustituir los féretros de maderas nobles (que fomentan la deforestación del planeta) por féretros ecológicos, certificados con el sello FSC (que acredita que la materia prima proviene de bosques gestionados de forma sostenible). Igualmente, es conveniente intentar evitar el uso de barnices, fibras sintéticas, metales y productos químicos que generan un indudable impacto negativo en la naturaleza. De esta forma, se consigue que los ataúdes se descompongan sin dejar a su paso ningún residuo contaminante.
Los féretros ecológicos también son una opción preferente en las incineraciones. La razón es que requieren un tiempo mucho menor para su completa cremación. Algo que, a su vez, reduce considerablemente la cantidad de gas a emplear en el proceso.
Las familias que optan por urnas para conservar las cenizas de sus seres queridos también disponen de alternativas más respetuosas con el medioambiente. Se trata de urnas 100 % biodegradables que, en caso de querer depositar en la naturaleza, terminan descomponiéndose por completo y no dañan el ecosistema.
Un claro compromiso con la sostenibilidad
No es solo una percepción, sino que varios informes acreditan el compromiso con la sostenibilidad que las empresas del sector funerario están adquiriendo. La preferencia por los materiales biodegradables para las ceremonias queda patente en el Estudio de Responsabilidad Social Empresarial de la consultora Likeik y la mayor conciencia medioambiental de las empresas funerarias se materializa en el I Informe de prácticas sostenibles en el sector funerario, que arroja datos concretos tan interesantes como estos que el 91% de las empresas considera que la sostenibilidad es un criterio relevante en su planificación estratégica. Además, indica que el 75 % tiene entre su oferta productos ecológicos y el 59 % ha implementado medidas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En definitiva, queda patente la responsabilidad que han asumido una parte de las organizaciones funerarias, aunque aún queda mucho por hacer en el sector. En cualquier caso, empezar a ofrecer productos y servicios más adaptados a lo que hoy demandan consumidores y administraciones es un buen comienzo.