El jamón es uno de esos productos imprescindibles de muchos hogares españoles, un alimento que es ideal para cualquier tentempié o para una celebración especial. Sin embargo, elegir la pieza perfecta no es tan sencillo como pueda parecer, ya que hay que tener en cuenta una serie de consideraciones para elegir el jamón ibérico más apropiado. Por ello, te vamos a explicar cómo elegirlo y en qué detalles tenemos que fijarnos a la hora de comprarlo.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA CON LA PALETA?
Una duda muy habitual entre quienes quieren degustar este producto es conocer la diferencia existente entre la pieza de jamón y una paleta. En este sentido, hay que aclarar que el primero hace referencia a los cuartos traseros o patas traseras del cerdo, mientras que la paleta se corresponde con las patas delanteras.
De esta manera, las piezas de jamón son más grandes, de entre 6,5 y 8,5 kg aproximadamente, mientras que en el caso de la paleta, el peso se sitúa entre los 4 y los 5,5 kg. Además de su tamaño, se diferencia en que el tiempo de curación es diferente, siendo el de la paleta menor. En lo que respecta a su sabor, es prácticamente idéntico, aunque la paleta tiene una mayor proporción de grasa.
