La portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, ha asegurado que el proceso independentista en Cataluña se ha terminado tras la decisión de la Generalitat de sentarse en la mesa del diálogo con el Gobierno, la ruptura de la coalición de ERC y Junts y la división en el independentismo: «ERC ha aceptado el marco de convivencia».
«Ha firmado acuerdos en la mesa de diálogo en favor de moverse dentro del marco de la Constitución. Esto es importante, porque uno de los problemas que hubo en el ‘procés’ es que se saltaron las leyes», ha afirmado en una entrevista.
A la espera de la mesa que debía celebrarse antes de fin de año, Romero ha advertido de que la cita depende de los gobiernos: «Son ellos los que hablan. Quedan pocos días para terminar el año y parece difícil… Pero, en todo caso, creo que el diálogo entre el Gobierno de España y Cataluña es fluido y continuo».
Tras las peticiones de ERC de abordar la convocatoria de un referéndum en ese espacio, Romero ha mantenido que no lo habrá y que «es una pantalla pasada»; frente a ello, ha pedido explorar consensos compartidos en Cataluña, por ejemplo, sobre la mejora del autogobierno.
Preguntada por si hay que consultar a los catalanes al respecto, como planteó el líder del PSC, Salvador Illa, ha aclarado que el PSC defiende reforzar el autogobierno, «que quiere decir más recursos, mejor financiación y reconocimiento» a la lengua y la cultura catalana, pero que en primer lugar hay que constatar si el resto de partidos lo comparte.
«Por lo tanto, sentarnos, como decía el señor Illa, y ver si mayor autogobierno es lo que nos convence. Luego, cuando se llegue a un acuerdo, ya veremos cómo hacemos que los ciudadanos opinen», ha apuntado Romero, que cree que ese diálogo debe producirse en una mesa de partidos que permita a Cataluña avanzar, en sus palabras, como Andalucía, Aragón o Comunidad Valenciana.
Romero ha sostenido que la reforma del Código Penal para eliminar la sedición y reformar la malversación se valorará como «positiva» con el tiempo, como sostiene que ha ocurrido con los indultos a los condenados por el 1-O, aunque asegura que entiende que en otros territorios haya quien no comparta esos cambios.
«Pero me parece injusto criticar de esta manera al presidente del Gobierno de España. Creo que está siendo valiente, porque desde el primer momento ha querido resolver y encarar este conflicto», ha defendido la portavoz, ante las críticas de barones socialistas.
En cuanto a la reforma de la malversación, ha destacado que no despenaliza ningún caso de corrupción –de hecho, ha insistido, se incorpora el delito de enriquecimiento ilícito–: el nuevo redactado recupera la versión anterior a la reforma de 2015 impulsada por el PP con informes «negativos» del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo de Estado, ha puntualizado.
«Los códigos penales, como las leyes, cambian y se modifican a lo largo del tiempo. Penas que ahora se verán un poco rebajadas, como estaban antes de 2015, las tendrá que aplicar el juez en función del delito», ha añadido, al ser preguntada por si puede beneficiar a procesados por casos como la trama de la Kitchen –que afecta al PP–.
Más de dos meses después de la salida de Junts del Govern, Romero ha afirmado que el PSC hace un balance «malo» del Govern en solitario de ERC, a la que ha acusado de no pactar las medidas que llevan al Parlament, lo que, según ella, le ha llevado a perder muchas votaciones en la Cámara catalana.
Hasta ahora –ha explicado– Illa no se ha planteado una moción de censura contra el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, aunque tampoco la descartan: «No descartamos nada, pero es verdad que en estos momentos no tenemos nuestras energías puestas en una moción de censura, más bien todo lo contrario. La tenemos puesta en aprobar unos Presupuestos».
Sobre si pedirán elecciones, Romero ha subrayado que la convocatoria electoral corresponde a Aragonès, pero ha advertido que, si no puede sacar adelante leyes en el Parlament ni aprobar los Presupuestos, «igual se tiene que plantear que es un buen momento para que los ciudadanos decidan si él debe seguir siendo presidente».
En relación con la decisión de la Mesa del Parlament de mantener el voto delegado del diputado Lluís Puig (Junts), que reside en Bélgica, Romero ha recordado que el PSC ha llevado dos veces el caso al Tribunal Constitucional –que decretó la nulidad de la delegación– y que hacen todo lo que pueden, en sus palabras, para que se cumpla.
«Son de nuevo estos pequeños gestos de los independentistas, que no llevan a ninguna parte, de intentar hacer ver lo que no es. El señor Lluís Puig no trabaja de diputado», ha criticado.
Además, ha avisado de que el PSC no apoyará una reforma del Reglamento del Parlament –como estudia ERC– que sea «exprés» para extender los supuestos de delegación de voto y cubrir así la situación de Lluís Puig, conseller del Govern del expresidente Carles Puigdemont que se fue a Bélgica tras el 1-O.
«Lo que querríamos es una revisión a fondo del Reglamento, una modificación plena y no puntuales para dar satisfacciones a cosas que, además, afectan a personas concretas», ha reclamado la portavoz socialista.