Los gimnasios son uno de los grandes beneficiados de los propósitos que nos solemos marcar cada comienzo de año. Muchas personas se plantean una serie de objetivos para cumplir y mejorar la capacidad física y hacer más deporte, es una asignatura pendiente para una gran mayoría. Además, los excesos de la Navidad y los kilos de más, son un impulso extra para intentar adquirir nuevos hábitos saludables, adelgazar y conseguir, por fin, ponerse en forma. Hasta aquí todo bien, si no fuera porque esos buenos propósitos duran bien poco.
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Si vamos a matricularnos en un gimnasio, una academia de baile, de pilates o de artes marciales, hay que valorar la cercanía, sea a nuestra residencia o al trabajo. Es uno de los criterios más importantes si queremos mantener este propósito de año nuevo más allá de un par de semanas. La vida está llena de responsabilidades y apenas tenemos tiempo libre, por lo que cuanto menos tengamos que desplazarnos, más fácil será nuestra vida y menos tentaciones tendremos de abandonar.
