La ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, no ha dudado en despedir 2022 por todo lo alto en su campaña para hacer más notoria su marca política, Sumar. Y lo ha hecho viajando junto al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y el propio Rey Felipe VI, hasta Brasil, donde este domingo asistían a la ceremonia de toma de posesión de Luiz Inazio Lula da Silva como nuevo presidente del país. Una visita que parece la «continuación» de la gira latinoamericana de la vicepresidenta del Gobierno para ganar apoyos para su nueva formación política.
Yolanda Díaz se ha posicionado, en los últimos meses, como uno de los grandes nombres propios del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Además, la vicepresidenta del Gobierno también parece ser la gran esperanza de Unidas Podemos de cara a las próximas elecciones generales, siendo muchos los que consideran que la ministra de Trabajo es la gran cara de los morados. Sin embargo, parece que la vicepresidenta sigue buscando hacer crecer su propia formación política, Sumar. Algo para lo que la ministra no duda en viajar a Latinoamérica en busca de apoyos.
Viajes a los que la vicepresidenta del Gobierno ahora ha sumado un viaje a Brasil junto al Rey Felipe VI, así como al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para la ceremonia de toma de posesión de Lula da Silva como nuevo presidente de Brasil.
Un viaje que se justificaba desde el Ministerio de Exteriores, que destacaba que el viaje de los tres representantes institucionales «reafirma la voluntad de España de continuar reforzando los sólidos vinculos de amistad » que unen a ambos países, y que van «acompañados de unos valores compartidos que redundan en beneficio de nuestros ciudadanos».
YOLANDA DÍAZ APUESTA POR LATINOAMERICA
Las aspiraciones de Yolanda Díaz son las de convertirse en la sucesora de Pedro Sánchez en la presidencia de España y pese a que ha asegurado que no se presentará con Sumar a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, el planteamiento político de la ministra del Trabajo es aglutinar toda la fuerza de la izquierda para llegar a las elecciones generales del próximo año, pero en este momento, para la funcionaria es clave reactivar las conexiones políticas con los gobiernos de izquierda que se han instalado en los países de América Latina, para buscar apoyos que la puedan ayudar a llegar a su meta política.
A finales de noviembre Díaz también estuvo por México, donde hay otro Gobierno socialista, con la excusa de sostener relaciones con su homóloga mexicana, Luisa María Alcalde Luján, con quien ha firmado un memorando conjunto para incrementar la colaboración y la asistencia técnica en materia laboral entre México y España.
Mientras Juan Calos Monedero y Pablo Iglesias, principales detractores de los movimientos políticos que está haciendo Yolanda Díaz, tratan de vender sus ideologías y consejos de izquierda entre los gobiernos socialistas de América Latina, para la ministra de Trabajo y líder de sumar la premisa en este momento es venderse como una figura política de peso dentro de la izquierda española, que ha surgido como alternativa al «desastre» en el que se ha convertido Unidas Podemos, pues mientras «el dúo de la historia» ve con ojos lucrativos a los gobiernos socialistas latinoamericanos, la segunda vicepresidenta ve en ellos la oportunidad de atraer apoyos para su proyecto político.
Para nadie es un secreto el pasado chavista de la ahora ministra Yolanda Díaz, de quien existen videos alabándolo y deseando su mejoría, en la época en la que el fallecido dictador venezolano estaba vivo y padecía un cáncer que lo mantuvo separado del poder hasta que falleció en marzo de 2013, y a quien la líder de Sumar calificó como el «más digno libertador» y le reconocía la intención de lograr la «unidad de los pueblos de América», que al día de hoy están todos en manos de gobiernos y regímenes socialistas en los que la ministra de Trabajo busca apoyos para sacar adelante su proyecto político en España.