La gastronomía española está plagada de excelentes recetas, siendo una de las más saludables y ricas que se pueden encontrar en todo el planeta. A la hora de elegir el mejor plato es muy complicado decantarse por uno: tortilla de patata, paella, fabada… y como no, la sopa de ajo y la sopa castellana.
Un error habitual es referirse a ambas recetas como si fuesen la misma, pero realmente no es así. Te contamos la diferencia de las dos recetas.
4LA EVOLUCIÓN DE LA SOPA CASTELLANA

La sopa castellana se elaboraba en su origen con unos ingredientes muy básicos y humildes, como eran pan duro; ajos; un poco de aceite o grasa; pimentón y agua. Estos estaban al alcance de la mayoría de personas, lo que contribuyó a la popularización del plato.
A medida que ha ido pasando el tiempo, ha logrado mantener su esencia tradicional. Sin embargo, se han ido añadiendo otros ingredientes para potenciar su sabor, como el uso de caldo en lugar de agua; y añadir jamón, chorizo y huevo.