¿Cuándo es legal consumir cannabis en España?

Las drogas y su consumo, especialmente en lo que se refiere al cannabis, no cesan de permanecer siempre en el ojo del huracán. Un asunto que no pone de acuerdo ni a los propios expertos, y que suele verse rodeado de polémica. Se suele escuchar con frecuencia debates como si el cannabis (así como otras sustancias farmacológicas) deberían legalizarse o, para ser más preciosos, despenalizarse. La respuesta, cómo no, varía mucho dependiendo de a quién se le pregunte. No solo los consumidores habituales de marihuana o hachís pueden ser más benévolos con la libertad de elección, sino incluso también algunos intelectuales que abogan por la independencia del individuo.

En el lado contrario, por supuesto, tampoco faltan voces que no se cansan de alertas de la problemática, a nivel de salud y también socialmente, de una hipotética legalización de según qué drogas. Pero incluso invadidos por estos habituales debates, hay mucha gente que no termina de tener clara cuál es realmente la situación del cannabis en España. ¿Es legal su uso? ¿Solamente en casos terapéuticas? ¿Ni siquiera en estos últimos? ¿Qué diferencia existe entre España y otros países al respecto? En este artículo procuraremos responder a todas esas preguntas.

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Cannabis sí, pero en secreto

Encontrado un caserio en Anoeta que era utilizado como plantación de cannabis

Las drogas son un tema delicado, por mucho que cada cual pueda posicionarse a favor o en contra de lo positivo o negativo que pueden proporcionar, especialmente en lo que se refiere a sus beneficios lúdicos y empíricos. No es fácil, incluso, saber entender las contradicciones que en muchos casos provocan las legislaciones de las mismas. La situación del cannabis, más que las de otras drogas, es en ocasiones liosa y un tanto ambigua.

La respuesta más sencilla sería la siguiente: uno es libre de consumir cannabis mientras lo haga de manera privada. ¿Qué quiere decir esto exactamente? Pues que su uso está limitado al domicilio de los ciudadanos, así como clubs privados en los que está autorizada la polémica práctica. Por supuesto, esta respuesta es solo la punta del iceberg.

 

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