La isla de las tentaciones es uno de los realities de mayor éxito de nuestra televisión actual. La mecánica consiste en que las cinco parejas concursantes ponen a prueba la solidez de su relación, rodeados de solteros y solteras con gran atractivo físico y altamente compatibles con los perfiles de los participantes. Estos solteros se encargan de perseguir, adular, seducir y tentar a los protagonistas para que terminen cediendo y cometan una infidelidad.
Una propuesta sencilla y tan antigua como el mundo, que rápidamente ha captado la atención del gran público. Sin embargo, muchos psicólogos expertos aseguran que este tipo de programas pueden hacer mucho daño en la psique de los espectadores. ¿Por qué?
LAS DINÁMICAS TÓXICAS DE LA ISLA DE LAS TENTACIONES
Casi todos los participantes tienen profundamente integrados los mitos del amor romántico, aunque los nuevos modelos de relaciones amorosas actuales apuntan hacia otras propuestas. Por el contrario, las parejas de La isla de las tentaciones creen firmemente en la monogamia y al mismo tiempo muestran una grave falta de comunicación, además estar inmersas en unas dinámicas claramente tóxicas.
Algo que el formato de Cuarzo Producciones para Mediaset sabe perfectamente como explotar para conseguir la dosis de espectáculo que desea el público.
