La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sacado pecho este jueves en la sede de la ONU, en Nueva York, de la agenda feminista de España en la que ha incluido los derechos de las personas trans y el colectivo LGTBI. Además, ha hecho un llamamiento a respetar la «plena garantía» de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y erradicar la violencia política contra las defensoras de los derechos humanos.
Durante su intervención en el debate general de la 67 edición de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés), que ha tenido lugar este jueves en Nueva York, Montero ha realzado la fuerza del movimiento feminista como el motor principal de los avances democráticos en todo el mundo «pese a las agresivas resistencias que se le oponen», ha lamentado.
A lo largo de los casi seis minutos de intervención ininterrumpida, la titular de Igualdad ha reivindicado el papel de las mujeres como «hacedoras de paz y sostenedoras de la vida y del bien común» y ha mencionado algunas de las acciones políticas que el Gobierno de coalición ha llevado a cabo en mitad de graves crisis con la pandemia o la guerra de Ucrania.
«España ha respondido a estas crisis fortaleciendo la capacidad protectora del Estado, subiendo el salario mínimo interprofesional, protegiendo los salarios durante la pandemia, interviniendo el mercado de la vivienda y de la energía, aumentando la inversión económica en la lucha contra todas las violencias machistas, implementando políticas públicas de conciliación e imponiendo impuestos a las grandes fortunas para sostener los servicios públicos», ha señalado.
Asimismo, ha hecho hincapié en la importancia de incorporar la perspectiva de género en el ámbito tecnológico «pues que, de no hacerlo, se convierte ya en una fuente de nuevas desigualdades que intersecciona con otras desigualdades como la territorial, de acceso a recursos o laboral».
En este punto, ha vuelto a citar ejemplos que el Gobierno ha puesto en marcha durante el tiempo de pandemia como el servicio de atención especializada a las víctimas de violencia de género, el 016, que además de por vía telefónica se implementó por vía WhatsApp para que fuese un medio de comunicación más silencioso para las mujeres que convivían 24 horas con su maltratador.
«Necesitamos una economía feminista, digitalización e innovación tecnológica que sirva para la disminución de las desigualdades y la redistribución de la riqueza y mucha educación en igualdad», ha finalizado.