Con la cercanĆa de las elecciones autonĆ³micas y municipales, desde Podemos estĆ”n mĆ”s desesperados que nunca por recuperar la simpatĆa del electorado y han escogido dos temas bandera para quemar los Ćŗltimos cartuchos antes de medirse en las urnas: ponerle tope a los precios de los alimentos y la ley de vivienda.
El partido morado se ha preparado algunas piezas propagandĆsticas hechas a las puertas de supermercados donde conversan con los consumidores sobre el precio de los alimentos y casualmente, para algunos de los entrevistados la soluciĆ³n es justamente que el Gobierno acceda a ponerle un precio tope a los alimentos.
En una de las piezas del partido que dirige Ione Belarra consultan a los entrevistados sobre una lista del supermercado, poniĆ©ndole tres posibilidades de precios, en una lista con productos bĆ”sicos que ascendĆa a 90 euros. En cada una de las entrevistas el partido dejĆ³ claro que los precios de los alimentos se han incrementado significativamente y que la situaciĆ³n de la economĆa se ha complicado, pese a las medidas tomadas por el Gobierno de Pedro SĆ”nchez, de reducir el IVA en algunos alimentos.
Los socios de Gobierno estĆ”n desesperados y tirando del populismo bolivariano de sugerir que la alternativa para que los precios de los alimentos no continĆŗen subiendo es obligar a los supermercados a ponerles un tope, o en cambio ofrecer un subsidio del 14%, tal como el 20% que tuvieron los combustibles durante algunos meses del aƱo pasado.
La tolda morada ha comprado una de las ideas de Yolanda DĆaz, que fue la primera en proponer esta alternativa, en vista de que la inflaciĆ³n en el rubro de los alimentos es la que se ha mantenido mĆ”s alta desde que se iniciĆ³ la crisis econĆ³mica a partir del aƱo pasado, cuando comenzĆ³ la invasiĆ³n de Rusia a Ucrania y que el mes pasado cerro con un alza interanual de 16%, en especial los rubros bĆ”sicos como el azĆŗcar, la leche, los huevos, el aceite, el pan y las frutas y verduras, asĆ como los alimentos frescos, que son los que mayormente consumen en los hogares espaƱoles.
Con esta estrategia del populismo alimentarios, el partido de Ione Belarra intenta ademĆ”s levantar la crisis de liderazgo que tienen a lo interno, pues a menos de dos meses de las elecciones municipales y autonĆ³micas la formaciĆ³n polĆtica todavĆa no tiene claro cuĆ”l serĆ” su destino, pues todavĆa estĆ” en veremos la posible alianza con la plataforma polĆtica de Yolanda DĆaz. Podemos ha pedido una coaliciĆ³n en la cual se gestionen las candidaturas a partir de unas primarias, pero la ministra de Trabajo pasa de ellos y ha dicho que serĆ” mĆ”s adelante cuando se tomen las decisiones importantes, porque no serĆ” hasta el prĆ³ximo 2 de abril que se formalice el lanzamiento de Sumar y se perfile el destino polĆtico de la tolda morada.
Desde hace meses Belarra ha insistido una y otra vez en la necesidad de que el Gobierno de Pedro SƔnchez a topar los precios, pues para ellos no es una alternativa que se les hagan llamados a los empresarios para que tomen conciencia sobre los mƔrgenes de ganancias. Podemos sugiere que lo mejor es que se les obligue directamente y ahora pretender aupar esta iniciativa, mediante las pizas de propaganda donde utilizan a los consumidores para que hagan la misma sugerencia.
Esta idea de Podemos ha sido duramente criticada tanto por los empresarios como por los polĆticos de oposiciĆ³n, pues recuerdan que en paĆses como Venezuela, decisiones impuestas por la dictadura, como el control de precios, solo generĆ³ escases de los rubros mĆ”s importantes de alimentos.
Lo que el partido de Ione Belara sugiere es que el Ejecutivo obligue a los supermercados a congelar los precios de los alimentos al monto que costaban en febrero del aƱo pasado, cuando comenzĆ³ la guerra en Ucrania, pero estĆ” visto que tras toda la tensiĆ³n que ha generado entre Podemos y el PSOE a raĆz de las consecuencias que ha dejado la entrada en vigencia de la Ley del Solo sĆ es sĆ, no estĆ”n los morados justamente para continuar presionando a Pedro SĆ”nchez y al resto de los ministros socialistas que por esta Ć©poca estĆ”n cada vez menos dispuestos a mostrarse como Ā«aliadosĀ» de Podemos.
