El Gobierno de España rescató a los venezolanos que se encontraban atrapados en Sudán

Las relaciones diplomáticas entre la dictadura de Nicolás Maduro y el Gobierno de Pedro Sánchez marchan mejor que nunca y otra prueba de ello es el «favor» que acaba de hacer el Ministerio de Asuntos Exteriores de rescatar a los dos venezolanos que se encontraban atrapados en medio de los conflictos militares que hay en el país africano.

De acuerdo con las redes sociales de la Embajada de Venezuela en España fueron trasladados el embajador Deiby Colmenares y el primer secretario de la embajada Rafael Arrundell, trasladados en medio de una misión humanitaria organizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Defensa para repatriar a la delegación española.

La embajadora de Venezuela en España, Coromoto Godoy, publicó también en sus redes sociales que agradecía directamente al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares que gracias a sus gestiones ya estaban en Madrid los dos funcionarios venezolanos. «Nuestro embajador en Sudán, Deiby Colmenares y el primer secretario, Rafael Arrundell, se encuentran ya en Madrid en perfecto estado de salud, gracias a la colaboración y el apoyo de las autoridades españolas. Nuestro sentido agradecimiento al señor Canciller», escribió Godoy en Twitter y publicó la representante diplomática del chavismo en España.

Estos venezolanos acompañaron a la delegación española que fue rescatada y trasladada en un vuelo nocturno que se hizo un avión del Ejército del Aire y el Espacio español que hizo una escala en Yibuti y aterrizó la mañana del lunes en la base de Torrejón de Ardoz, con 72 personas, de las cuales 34 eran españoles y 38 eran de otras nacionalidades.

La operación de rescate de estas personas comenzó la tarde del domingo y culminó con la llegada a España del avión del Ejército. Lo más llamativo de esto ha sido que la embajadora venezolana acudiera al acto de recibimiento de los dos diplomáticos venezolanos que se encontraban atrapados en Sudán y el efusivo saludo entre Godoy y el ministro José Manuel Albares, lo que dejó en evidencia la relación cercana del Ejecutivo español con los miembros de la dictadura venezolana.

Albares le ha abierto los brazos a la dictadura venezolana desde finales del año pasado, tras la reunión que sostuvo con el entonces canciller del país suramericano Carlos Faría, en el marco de la celebración de la Asamblea Anual de la Organización de Naciones Unidas en septiembre, que dio paso a la designación de la embajadora Coromoto Godoy en España y el embajador Ramón Santos en Venezuela en diciembre 2022.

Sin embargo, la designación de Godoy como embajadora de Venezuela no le ha servido a la dictadura para que sea reconocido Nicolás Maduro como presidente legítimo del gobierno del país suramericano, pues desde 2019 el Gobierno de Pedro Sánchez reconoció al exdiputado Juan Guaidó como presidente interino y desconoció las elecciones que el chavismo celebró en 2018, por todas las irregularidades que fueron denunciadas por los organismos internacionales que sirvieron de observadores, entre los que estaba la Unión Europea.

No obstante, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores han acogido a Godoy como embajadora de la dictadura de Nicolás Maduro, sobre todo por la cercanía de la funcionaria con el mandatario venezolano, pues cuando decidieron designar a una embajadora escogieron una figura muy cercana al régimen, pues tenía la misión de llegar a España y convertirse en la artífice de la estrategia para que le sean levantadas las sanciones impuestas por la Unión Europea a los funcionarios de la dictadura venezolana y que además intentara gestionar el recibimiento de Maduro en Europa y en especial en España.

España ha tratado de ser más cautelosa y a pesar de que los acercamientos han sido muy obvios, se siguen cuidando de ser abiertamente afines a la dictadura venezolana, pues tienen a la Unión Europea encima recordando permanentemente que el régimen venezolano está siendo investigado por la Corte Penal Internacional por la comisión de delitos de lesa humanidad, que se suman a los múltiples informes de la Organización de Naciones Unidas que han condenado las actuaciones de la dictadura venezolana en materia de derechos humanos.

Coromoto Godoy llegó a España a continuar el trabajo que inicialmente le habían encomendado a Glenna Cabello, hermana del número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien está de cónsul de Venezuela en Bilbao desde comienzos del año pasado, y que llegó proveniente de Francia a tratar de enmendar las tensiones que habían dejado el intento de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez de ingresar a España, ocurrido en enero de 2020.