Los churros son uno de los bocados más irresistibles que ha inventado la humanidad. Se trata de una receta muy sencilla y barata, porque se prepara solo con harina y agua. Después de darles forma, se fríe en aceite y se reboza en azúcar. ¿Cómo algo tan simple puede estar tan rico? Su invención permitió a muchas familias disfrutar de una merienda low-cost aunque en la actualidad podemos pagar bien caro cada churro en algunas tiendas ambulantes. Se comen también en muchos países latinoamericanos, y suelen ser el fin de fiesta perfecto para coronar una noche de diversión, acompañados de un buen chocolate.
1UNA VERSIÓN LIGERA DE LOS CHURROS DE TODA LA VIDA

El problema de los churros es que resultan bastante calóricos, por su contenido en carbohidratos y su modo de preparación en aceite. Y el toque final del azúcar tampoco ayuda. Además, al estar calentitos y crujientes, es fácil excederse y terminar comiendo más de la cuenta. Sin embargo, podemos utilizar una receta alternativa para no renunciar a este reconfortante placer culinario. Este invierno anímate a probar estos churros ligeros y saludables que están igual de ricos que los tradicionales. Toma nota de su elaboración.