Es completamente natural sentir la necesidad de orinar al entrar en el agua. Esta reacción fisiológica se conoce como diuresis por inmersión y ocurre debido al aumento de la presión arterial y la mayor actividad de los riñones en presencia de agua. Esta situación es especialmente común en aguas frías.
Sin embargo, esto no justifica que permitamos que los niños hagan pis en las piscinas y mucho menos los adultos. A pesar de que siempre habrá individuos egoístas y poco cívicos que opten por esta conducta, no deberíamos tolerarla. La acumulación de orina en grandes cantidades podría tener consecuencias para la salud.