Es completamente natural sentir la necesidad de orinar al entrar en el agua. Esta reacción fisiológica se conoce como diuresis por inmersión y ocurre debido al aumento de la presión arterial y la mayor actividad de los riñones en presencia de agua. Esta situación es especialmente común en aguas frías.
Sin embargo, esto no justifica que permitamos que los niños hagan pis en las piscinas y mucho menos los adultos. A pesar de que siempre habrá individuos egoístas y poco cívicos que opten por esta conducta, no deberíamos tolerarla. La acumulación de orina en grandes cantidades podría tener consecuencias para la salud.
4UNO DE CADA CINCO
Es cierto que proporcionar estadísticas precisas sobre la cantidad de personas que orinan en una piscina es complicado, ya que está influenciado por varios factores como la educación de las personas, el número total de usuarios, el tamaño de la piscina y otros elementos.
Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, basado en los niveles de ácido úrico, sugirió que alrededor de uno de cada cinco usuarios de piscinas podría estar orinando en el agua. Sin embargo, estas cifras pueden variar en diferentes contextos. Se espera que en otras regiones se mantenga un comportamiento más responsable. De acuerdo con ese estudio, cada persona que orina en la piscina podría estar vertiendo entre 30 y 80 mililitros de orina en el agua.
