La crema de calabacín es uno de los platos que mejor sienta cuando tenemos ganas de tomar algo suave. Siempre gusta y, al ser delicada, admite que le hagamos todas las variaciones habidas y por haber. Dependiendo de tus gustos, puedes añadir los condimentos que creas convenientes al plato. Te dejamos dos recetas que son para chuparse los dedos. Podrás hacerlas en cualquier momento con poco presupuesto y gozando de un sabor exquisito.
2Clave: un buen pochado
Conseguir un buen pochado conseguirá que la preparación tenga dulzor. Ten presente durante todo el proceso remover para evitar que se queme o se vea excesivamente oscura. Mientras las cebollas se hacen corta el calabacín en datos pequeños. La autora recomienda quitar la parte de la piel para que la crema quede lo más clarita posible. Mete los calabacines en la olla y agrega otra pizca de sal. Remueve y mezcla, salteando durante unos minutos. Agrega el agua justa y necesaria para cubrir, dejando un dedo de agua por encima de las verduras. No utilices demasiada agua porque podrías perder sabor y cremosidad.
