FAES insiste en el discurso antinacionalista que impide a Feijoo ser presidente

La fundación FAES, think thank vinculado al PP, insiste en defender un discurso que mantiene aislado al PP en el Congreso, donde no es capaz de tejer alianzas con casi nadie. FAES ha señalado este sábado que la propuesta del lehendakari del País Vasco, Iñigo Urkullu, de un pacto territorial para reinterpretar la Constitución supone «la voladura de la nación española como sujeto constituyente» y la transición hacia «una precaria confederación de naciones».

FAES, AZNAR Y EL EDITORIAL

La fundación, que dirige el expresidente José María Aznar, ha publicado a través de un editorial en su página web que, en el fondo, lo que se contempla es «el vaciamiento del artículo 2 de la Constitución para dar cabida al reconocimiento de una pluralidad de naciones distintas de la común española dentro del Estado, que dejaría de ser un Estado nacional».

La materialización del proyecto confederal, según el comunicado de FAEShttps://www.merca2.es/2023/07/23/aznar-gonzalez-sanchez-ibex-1381057/, se traduciría en la desaparición de España no ya como una cierta unidad histórica, sociológica o cultural, forjada a lo largo de los siglos, sino como realidad estatal.

LA materialización del proyecto confederal DE URKULLU Se traduciría en la desaparición de España no ya como una cierta unidad histórica, DICEN DESDE LA FAES DE AZNAR

Con todo, desde la fundación han apuntado que no hay demasiada novedad en la propuesta de Urkullu y que se viene reiterando desde 2012, cuando el PNV recuperó el gobierno del País Vasco. Sin embargo, sí que han matizado que lo nuevo es el momento de oportunidad al haber considerado el lehendakari que «ahora se abre una nueva oportunidad y puede ser el momento de dar nuevos pasos».

CONTRA EL SOCIALISMO ESPAÑOL

Finalmente, desde la fundación han acusado al socialismo español -en referencia al gobierno en funciones- de acoger la propuesta con «indisimulable complacencia» y han apuntado que si durante la campaña «extendieron el miedo hacia quienes podían hacer retroceder el país cuarenta años», ahora tendrán que explicar por qué ven «tan legítima» una propuesta que «nos hace retroceder más de tres siglos».

El Gobierno, a través del ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, señaló el jueves pasado que consideraba «muy legítima» la propuesta de Urkullu pero que no la comparte.