El pollo asado es un plato que actualmente se consume en casi todos los hogares. Esto se debe a su carne es saludable, con un bajo contenido en grasas y tiene un sabor suave que gusta prácticamente a todo el mundo. Además, su precio es muy económico por lo que se trata de un alimento muy accesible que además se puede preparar de muchísimas formas diferentes. Una tradición muy habitual en las casas españolas es reunirse en familia el fin de semana para comer un pollo asado. Este plato es aparentemente sencillo, ya que apenas hay que hacer más que colocarlo en una fuente, aliñarlo y llevarlo al horno para dejar que se cocine. Sin embargo, en los pequeños detalles está la excelencia.
3PREPARAR EL POLLO
Comenzamos atando o bridando el pollo. Este paso es importante para asegurar una cocción uniforme y evitar que las partes del pollo se cocinen de manera desigual. Puedes usar hilo de cocina para atar las patas y las alas del pollo. Escoge una bandeja adecuada para el tamaño del pollo y vierte un chorreón de aceite de oliva virgen extra en el fondo para evitar que el pollo se pegue. Sazona generosamente con sal y pimienta, tanto por dentro como por fuera.
Coloca el pollo en la bandeja y vuelve a rociar con un poco más de aceite de oliva para que la piel quede dorada y crujiente. Distribuye los dientes de ajo sin pelar alrededor del pollo en la bandeja, que le darán un sutil sabor y aroma a la carne. Precalienta el horno a 190°C y coloca la bandeja con el pollo en el horno. Cocina hasta que el pollo esté dorado y cocido por completo. El tiempo de cocción variará según el tamaño del pollo, pero usualmente tomará alrededor de una hora o más.
