Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea han acordado este lunes en Luxemburgo una reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) del 45% a partir de 2030 para camiones y vehículos pesados que se suma al objetivo de rebajar el 15% las emisiones para 2025 ya previsto.
Junto a estos objetivos, se plantea además una reducción del 65% de emisiones a partir de 2035 y del 90% a partir de 2040.
Esta orientación general alcanzada por los Veintisiete servirá como mandato del Consejo para las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre la forma final de la legislación, que deberá ser formalmente adoptada por ambas instituciones.
La propuesta amplía el alcance del reglamento para que casi todos los vehículos pesados nuevos con emisiones de CO2 certificadas –incluidos camiones más pequeños, autobuses urbanos, autocares y remolques– estén sujetos a objetivos de reducción de emisiones.
No obstante, se aplicará una exención de los objetivos de reducción de CO2 establecidos en el reglamento a los pequeños fabricantes y a los vehículos utilizados en la minería, la silvicultura y la agricultura; a vehículos para uso de las fuerzas armadas y servicios de bomberos; a vehículos para uso en protección civil, orden público y atención médica y a vehículos profesionales como camiones de basura.
La enmienda propuesta por los Veintisiete introduce también un objetivo de cero emisiones del 100% para los autobuses urbanos de aquí a 2035, al tiempo que fija un objetivo intermedio del 85% para esta categoría de aquí a 2030, pero se ha acordado eximir a los autobuses interurbanos de este objetivo.
La eficacia y el impacto del reglamento modificado sobre los objetivos antes mencionados serán revisados por la Comisión en 2027, un año antes de lo propuesto originalmente, y en su evaluación, Bruselas tendrá que realizar una evaluación del papel de un factor de corrección de carbono (CCF) en la transición hacia una movilidad sin emisiones en el sector de los vehículos pesados.
