ERC se distancia del PSOE ante Bolaños por las negativas de Montero

María Jesús Montero se ha erigido como el muro de contención del PSOE para frenar las exigencias de Oriol Junqueras y ERC. Los republicanos han exigido la condonación de deuda, la gestión íntegra de Cercanías y el aeropuerto de El Prat, así como un referéndum similar al de Escocia para consultar sobre la independencia.

Pere Aragonès ha escenificado este encontronazo en la gala de la empresa de la patronal Cecot. El presidente de la Generalitat ha insistido en eliminar el «déficit fiscal» que sufre Cataluña al recibir menos financiación en cuanto a su peso y posición en el PIB del conjunto de España, un ránking que lidera Madrid. Félix Bolaños, ministro de Presidencia, ha intentado rebajar la crítica y petición de Aragonès al asegurar que será el mejor acuerdo que ha tenido Cataluña «jamás», en línea del pacto histórico que se dará a conocer tras la jura de la Constitución de la Princesa Leonor, según ha podido conocer MONCLOA.

Aragonès ha rebajado su pretensión de máximos ante los empresarios al eliminar el referéndum de sus peticiones, pero insiste en exigir la consulta vinculante sobre la independencia en la mesa de negociación, mientras la amnistía ya está más que asumida por los empresarios. De hecho, el Cercle d’Economia también se ha posicionado a favor de la medida de gracia a Carles Puigdemont, pero esta vez sí pone como condición el abandono de la vía unilateral para no repetir el enfrentamiento político, social y económico de 2017.

ERC SE DISTANCIA DEL PSOE ANTE BOLAÑOS

ERC no se baja de sus posiciones y la investidura de Pedro Sánchez podría correr cierto riesgo, pero éste está más que calculado por el PSOE y Sumar. Por un lado, los republicanos ven muy limitadas sus opciones dado que una nueva convocatoria electoral no les dejaría en una posición mejor que ahora.

Asimismo, los de Junqueras y Aragonès han sufrido el mayor castigo en las pasadas elecciones generales del 23 de julio al perder el 46% de sus apoyos, un rejón que podría intensificarse al ser señalados como los culpables de volver a las urnas en Nochebuena, mientras ven como Puigdemont actúa como un presidente de la Generalitat desde Waterloo, con posturas enconadas en algunos flecos, pero dando un respiro a la investidura con un acuerdo que se anunciará una vez Leonor prometa la Constitución.

Dejar que el PSC les pasara a ambos por la izquierda pasa factura a ERC

No obstante, ERC busca quitarse etiquetas y clichés que recorren sobre la formación en Cataluña. Vistos como ‘botiflers’ -traidores a la patria catalana- y como «muletas del PSC» a pesar de gobernar la autonomía, los republicanos de Junqueras tratan de arrancar un acuerdo muy concreto con sus reivindicaciones, con calendario y promesas por escrito.

ERC TEME LA PINZA DE LA ‘SOCIOVERGENCIA’

Y es que, se han visto superados hasta ahora por el frente independentista de Junts, mientras patalean porque el 20% de sus votantes ha recalado de nuevo en las filas socialistas. Son la pieza a cobrar en la pinza de la ‘sociovergencia’, la alianza que antaño ataba al PSOE a La Moncloa con José Luis Rodríguez Zapatero como inquilino, mientras gobernaba la Generalitat con la propia ERC.

Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, criticado por tierra, mar y aire
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, criticado y sin margen para negociar con el PSOE

Las tornas cambian y la pieza a cobrarse por Junts es ni más ni menos que el Ayuntamiento de Barcelona, con un sacrificio calculado de Jaume Collboni, quien cedería el bastón de mando o al menos lo compartiría con Neus Munté y Damià Calvé, exconsejeros de la Generalitat y ahora concejales en la Ciudad Condal. El movimiento devolvería así a la vieja guardia de CiU, encarnada en Xavier Trias, al sitio que las urnas le habrían otorgado -14 concejales- y que ERC no quiso validar al romper el pacto a última hora.

Ni Junqueras ni Aragonès supieron gestionar aquella traición ni mucho menos calcularon las consecuencias de este acto. Dejar que el PSC les pasara a ambos por la izquierda pasa después factura, a pesar de haber dado dos Diputaciones a los socialistas. Y es que, la política no sólo hace extraños compañeros de caminata, sino que no deja adversario vivo cuando éste está herido de muerte. Le pasó a Ciudadanos y ERC podría volver a los orígenes del procés, cuando su peso en el Parlament y en el Ayuntamiento era muy inferior al actual, mientras CiU alcanzaba mayorías absolutas.

MONTERO, UN MURO DE CONTENCIÓN CONTRA ERC

Sin confrontación y un muro de contención, como la titular de Hacienda y encargada de las negociaciones con los partidos, a excepción de Junts, ERC busca ahora una medida para tratar de contentar a los suyos.

Con todo, ERC también afronta una delicada guerra interna, como se ha visto en las primarias de la pasada semana. Los Junqueras ganaron al sector crítico por tan sólo 23 votos de diferencia en Barcelona y con esos números corre riesgo de perder la cúpula si prosigue la caída en unas nuevas elecciones. Si fueran en Nochebuena, las proyecciones apuntan a una subida de Junts, donde Puigdemont ha conseguido remontar tras estar prácticamente tumbado, mientras ERC volvería a realizar un rappel en caída libre.

Por el momento, ERC se queda sin la gestión de Cercanías, sin referéndum y sin pacto fiscal. Todo ello, tras partir de la premisa de Gabriel Rufián: «Los votos de Esquerra se sudan». Por ahora, tan sólo han arrancado el catalán en Las Cortes, un hito que tiene que compartir con el resto de formaciones independentistas, como el PNV y el BNG. Aún así, ERC insiste a Pedro Sánchez un movimiento, más allá del guiño de llamar a Junqueras desde los despachos del Congreso, pero puede esperar sentado. El PSOE ni se inmuta.