María Jesús Montero se prepara para un rechazo rotundo al techo de gasto en el Senado, donde el PP domina con una clara mayoría absoluta. El Gobierno de Pedro Sánchez no ha logrado modificar la normativa de la estabilidad presupuestaria, un nuevo cambio que serviría para poder saltarse el veto del Senado a los primeros pasos para la tramitación de las cuentas del Estado.
La Moncloa aún no ha dado luz verde al techo de gasto y tampoco ha presentado los objetivos de la senda de estabilidad. Bruselas ha insistido en un límite del déficit del 3% y una deuda del 60% del PIB. Por el momento, España incumple ambas metas y habrá que realizar recortes o subir impuestos para corregir los notables desequilibrios.
Por ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez no ha fijado fecha para sacar adelante las bases en las que se consolidarán las cuentas públicas del Estado e iniciar así la tramitación de los Presupuestos en Las Cortes Generales, Congreso y Senado, respectivamente. Así lo establece la normativa vigente desde hace diez años, pero como todo en el PSOE, puede cambiar de una semana a otra, como ha ocurrido con la amnistía a los líderes independentistas investigados por terrorismo, malversación y usurpación de funciones públicas, entre otros delitos.
MONTERO, SOLA Y DESCOMPUESTA AL NO PODER PRESENTAR PRESUPUESTOS
De esta forma, María Jesús Montero, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Hacienda y Función Pública, tendrá que remitir la estabilidad presupuestaria primero al Congreso y al Senado, una vez aprobada en la Cámara Baja. El primer paso será de fácil superación, dado que todos y cada uno de los socios de investidura y legislatura –Sumar y Junts– aceptaron dar luz verde a los Presupuestos, con independencia de su contenido. Un cheque en blanco del que no gozará el PSOE en el Senado. «El PP hará valer su aplastante mayoría absoluta para tumbar la senda de estabilidad», afirman fuentes ‘populares’.
El PP hará valer su aplastante mayoría absoluta para tumbar la senda de estabilidad
Con este rotundo ‘no’ de la Cámara Alta, el Gobierno tendrá que volver a entregar el documento modificado en el plazo máximo de un mes. De nuevo, Congreso y Senado examinarán con lupa los criterios seguidos, así como los objetivos fijados. Cabe señalar que el rechazo del Senado en 2018 provocó el adelanto electoral a abril de 2019.
Se cumple así el axioma de la legislatura estará en la cuerda floja cada semana, en cada debate parlamentario: «Habrá que negociar cada semana». El propio PSOE ha dejado clara su postura al considerar al PP como la «derecha reaccionaria» e incluso reírse de su líder, Alberto Núñez Feijóo, desde la Tribuna del Congreso, como hizo Pedro Sánchez en su sesión de investidura.
LOS ‘POPULARES’ NO DARÁN TREGUA ALGUNA A PEDRO SÁNCHEZ
Los ‘populares’ no aceptarán y se convertirán en un «muro» contra unos Presupuestos que conllevarían un nuevo paso más hacia la recesión al no controlar el gasto e incrementar los ingresos con nuevas subidas de impuestos, hechos a los que se niega en rotundo el PP.
Así las cosas, la ministra de Hacienda tendrá atadas las manos a la hora de elaborar y presentar los Presupuestos Generales del Estado. Se trata de la ley más importante del año, mientras Bruselas vigila a España con lupa por sus números. De hecho, se espera el regreso de los ‘hombres de negro’ para el próximo año.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez, comandado también por Montero y Nadia Calviño, ministra de Economía, conoce sus limitaciones parlamentarias hasta el punto de montar la legislatura con un perfil netamente político. «No hay tiempo de negociar ni legislar», señalan fuentes socialistas, conocedoras de la «incomodidad» que ha producido el cambio del reglamento del Senado, que evitará tramitaciones de urgencia con el fin de paralizar los tiempos del Congreso.
EL PSOE TRATA DE MODIFICAR LA NORMA DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA DESDE 2018
El único as en la manga de Montero es cambiar la ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera y eliminar así el veto del Senado. No es la primera vez que lo intenta, como hizo al introducir esta reforma tras la moción de censura a Mariano Rajoy y traspapelándola con la reforma de la ley de violencia de género. No lo logró entonces y no ha podido tocar una normativa que emana directamente de Europa.
El trámite de urgencia podría demorarse como se ha hecho con la amnistía del PSOE a Junts en el Senado. De hecho, la gran diferencia entre las leyes, es que en la senda de la estabilidad presupuestaria, el Gobierno tiene que empezar de nuevo la tramitación, mientras que el resto de normas vuelven de nuevo al Congreso de los Diputados para volver a refrendarse.
PEDRO ROLLÁN, EL HUESO DURO PARA MONTERO
Por este motivo se menosprecia la actuación del Senado. Pero en esta ocasión, su ‘no’ bloquearía los propios Presupuestos, «un reseteo en toda regla y una enmienda a la totalidad a toda la acción del PSOE», según apuntan fuentes consultadas.
En Hacienda han insistido que habrá Presupuestos lo antes posible, pero el calendario apuntaría a bien entrado el próximo año para aprobarlos. Y es que, el Congreso se reunirá por primera vez desde las elecciones el próximo 12 de diciembre, se ha declarado enero inhábil y antes tiene que tramitarse la ley de amnistía. Aun así, el PSOE solo marca los tiempos en el Congreso. En el Senado pueden ir más allá y no sumarse a las exigencias de la Cámara Baja, más cuando Pedro Rollán dirige la Mesa del Senado.
En el PP no van a seguir agachando la cabeza y utilizarán todos los mecanismos previstos por la legislación vigente para frenar a Pedro Sánchez y sus pactos con Junts, ERC, PNV, CC, BNG y Bildu, el único acuerdo que se desconoce por completo.