La granja del terror de Burgos desata la guerra política

El caso de la granja porcina del terror propiedad de Domingo Pozo Martínez, alcalde desde hace más de 20 años del Partido Popular en Quintanilla del Coco, también ha puesto en guardia al PSOE y a Partido Animalista con el Medio Ambiente (Pacma), pues solicitan a la Junta de Castilla y León que aclare la denuncia realizada por el Observatorio de Bienestar Animal a la explotación agrícola para que se puedan depurar responsabilidades políticas, incluidos aquellos que no hayan hecho su deber de vigilancia.

EL DUEÑO DE LA GRANJA SE DEFIENDE

El dueño de la granja y alcalde al que tanto el Observatorio de Bienestar Animal como PACMA piden que se le destituya o que dimita de su cargo, insiste en que todo está en orden. «Qué sé yo lo que está pasando, lo único que puedo decir es que por aquí han estado técnicos de la Junta y miembros del Seprona y han visto que todo está correcto y perfecto», ha reiterado en declaraciones a Europa Press. Además, ha defendido que las imágenes difundidas por el OBA «pueden estar dobladas», en referencia a que no se corresponden con la realidad de su explotación y pueden pertenecer a otra.

«eL seprona Y LA junta HAN VISTO QUE ESTÁ TODO CORRECTO», DICE DOMINGO POZO

El portavoz de Agricultura del Grupo Socialista en las Cortes, Juan Luis Cepa, ha solicitado a la Junta que investigue y aclare los hechos sobre la denuncia por presunto maltrato animal. La Junta de Castilla y León está gobernada por PP en coalición con Vox, que tiene competencias exclusivas en materia de agricultura, ganadería y desarrollo rural. «Aunque el responsable de muchas de estas cosas es el señor Mañueco, no es menos cierto que Vox y la sanidad animal se llevan muy mal», ha reprochado el portavoz socialista, quien ha anunciado que su grupo llevará esta cuestión al próximo pleno de las Cortes.

OBA ofreció imágenes del canibalismo entre los cerdos.
OBA ofreció imágenes del canibalismo entre los cerdos.

Para Juan Luis Cepa es crucial aclarar todos los hechos y detalles de las inspecciones que se han realizado en la granja de cerdos y si el censo animal coincide con el que se aprobó en su día o se podría haber superado, como ya ocurrió en alguna ocasión, cuando AENOR le suspendió temporalmente el certificado, en junio de 2022.

DEFENDER LA IMAGEN DEL SECTOR

Además, cuanto antes se resuelva este asunto en los tribunales mejor será para la causa, que obviamente es esclarecer lo sucedido y aparte defender la imagen del sector ganadero de la Comunidad y la calidad de sus productos, para que no salgan perjudicados por la polémica, ya que «que mayoritariamente cumple con la normativa».

Mientras tanto, el Gobierno autonómico presidido por Alfonso Fernández Mañueco se muestra aparentemente tranquilo a pesar del tremendo escándalo del caso. Carlos Fernández Carriedo, portavoz del Ejecutivo, aseguró el jueves 30 de noviembre en la rueda de prensa semanal tras el Consejo de Gobierno que esta explotación «fue objeto de una visita reciente de la Consejería de Agricultura» aparte de la del miércoles 29 de noviembre, cuando «no se detectó un elemento que supusiera el inicio de un expediente sancionador de ninguna naturaleza al menos por la visita que realizaron los técnicos y profesionales de la propia Consejería», añadió Fernández Carriedo.

Por otro lado, la portavoz de Pacma, Yolanda Morales, también se ha pronunciado sobre las impactantes imágenes documentadas y denunciadas por el Observatorio de Bienestar Animal. Cree que Pozo «carece de la dignidad requerida para su cargo político, pues como alcalde debe velar por el bienestar de habitantes y animales y ser un ejemplo a seguir».

MALTRATO ANIMAL EN LA GRANJA

Morales si da veracidad a las imágenes de OBA pues «queda al descubierto un nivel de maltrato extremo que va más allá de cualquier límite». También expone que «la sordidez y miseria en la que estos cerdos han sido mantenidos es repugnante, desde su primer aliento hasta el final». Y critica duramente que alguien se intente lucrar vendiendo carne y productos derivados de animales viendo en estas condiciones tan pésimas, afirmando que «resulta risible que una granja comercial ostente un certificado de bienestar animal y, más aún en condiciones que deberían llevar al cierre inmediato por riesgo biológico» .

Recordemos que AENOR sí retiró el uso de su certificado de Bienestar Animal en cuanto realizó una auditoría sin previo aviso en las instalaciones de la granja de cerdos a consecuencia de los hallazgos realizados por el Observatorio de Bienestar Animal y la correspondiente querella presentada en el juzgado de Lerma.

Según la denuncia de OBA, a la que ha tenido acceso MONCLOA.com, en la propiedad de Domingo Pozo Martínez había pésimas condiciones higiénicas de las instalaciones y un negligente manejo de los cerdos. El texto destaca la ausencia de agua en los bebederos de los animales y la presencia de un cerdo sin agua, ni comida, ni refugio para salvaguardarse del calor durante día y medio hasta su muerte, cerdas reproductoras muy delgadas hasta notárseles la columna vertebral. También observó que el lugar donde se mezclan las deyecciones de los animales con los catéteres y los plásticos, son presuntamente los utilizados para las inseminaciones las cerdas.

Además, calculan que hay heridas en el 25% de las cochinas parideras, compatibles con lesiones provocadas por la fricción con los barrotes de metal, que supuran sangre o empiezan a gangrenarse. Vieron a un lechón sufriendo al estar enganchado a las rejillas del suelo, orinado por la madre y pisoteado por sus compañeros y también a otros cerdos gravemente enfermos, sin ninguna atención veterinaria, y con muy mala apariencia física, lo cual supondría un gran peligro para la vida de los animales.

OBA subraya que se han encontrado abundantes cadáveres en avanzado estado de descomposición sin retirar conviviendo con los animales vivos. También abundantes roedores que pueden provocar enfermedades como triquinosis, toxoplamosis, salmonelosis, bordetelosis, leptospirosis, enfermedad de Aujesszky, disentería porcina o mal rojo, además de gusanos y moscas por las naves, incluso en el agua y la comida de los animales, entre otros restos de suciedad como, por ejemplo, telarañas.

El informe veterinario de Observatorio de Bienestar Animal sospecha que los defectos de las instalaciones, como por ejemplo el suelo con rejilla que provoca inestabilidad, las malas condiciones de temperatura, humedad y ventilación, así como la «habitual negligencia» de manejo de los animales por parte de los operarios, incluso tirando a pequeños lechones recién nacidos, es lo que ha motivado tantas lesiones en las patas de los cerdos y el «comportamiento que demuestra el frecuente canibalismo entre los animales de dicha explotación ganadera».

De hecho, también hay cerdos con hernias, graves abscesos supurando, prolapsos rectales, cuadros compatibles con hematomas auriculares, prolapsos uterinos y lechones muertos por aplastamiento o agonizando con hipotermia.