5 Claves para invertir en bolsa en 2024

Con la conclusión de 2023 se vislumbra un régimen de tipos de interés totalmente nuevo, al menos, así lo vaticina el último informe elaborado por los expertos de JP Morgan Banca Privada en el que se hace un llamamiento a su capitalización avisándonos de que podríamos encontrarnos ante una oportunidad de inversión única en una generación que, en tan sólo dentro de un año, podría dejar de estar disponible. Pero, ¿cuáles son las claves que deberían tenerse en cuenta a la hora de operar en bolsa? A continuación, tomando como referencia a diferentes analistas de bolsa y expertos especializados en cursos de bolsa y mercados financieros, te hablamos de algunas de ellas ellas. ¡Toma nota!

Invertie en bolsa en 2024: Cosas que deberías tener en cuenta 

El impulso de la IA

El optimismo generalizado que impregnará la bolsa a lo largo de 2024 tiene mucho que ver con el crecimiento multiplicado de las ganancias de grandes empresas gracias al uso de inteligencia artificial. Sin duda, nos encontramos en un buen momento para hacer cursos para aprender a invertir en bolsa. Son evidentes las nuevas oportunidades que su implementación supondrá para las empresas y proyectos económicos, particularmente en el sector sanitario y el desarrollo de nuevos fármacos. La tecnología y la innovación, impulsadas por la inteligencia artificial, se perfilan, sin duda, como catalizadores clave y como un resorte en el rendimiento del mercado a nivel de acciones.
Prevención contra los posibles procesos inflacionistas

Aunque las previsiones auguran una proyección de estabilidad en los procesos inflacionistas a lo largo de 2024, es importante no bajar la guardia. Como inversionistas, debemos estar alerta y adquirir hábitos preventivos para proteger nuestras carteras. En este contexto, lo más recomendable es valorar acciones y activos reales como, por ejemplo, bienes raíces globales e infraestructuras. De este modo contaremos con recursos accesibles y efectivos ante un posible episodio de inflación de entre el 2-3%. No olvides que existen factores como la política industrial, la transición energética o los ajustes vinculados con la cadena de suministro que podrían derivar en mayores presiones inflacionarias, por lo que optar por estas constituye una buena alternativa estratégica.

Cuestión de efectivo

Mantener un exceso de efectivo a corto plazo puede resultar contraproducente en un contexto de tasas de interés decrecientes.  La sobreponderación de efectivo es un factor especialmente importante, porque su eficacia disminuye en momentos de crecimiento económico y mayor riesgo. Es preferible explorar alternativas para los fondos, dando prioridad siempre que sea posible a la diversificación y la búsqueda de diferentes fuentes de rentabilidad utilizando vehículos de inversión más dinámicos.

Los bonos

En el nuevo régimen de tipos, es aconsejable ampliar la exposición a los bonos. Los bonos core, con plazos de 3 a 10 años, pueden ofrecer rendimientos atractivos y reducir los riesgos asociados a largo plazo. Además, las previsiones indican que los bonos globales podrían generar rendimientos anuales de hasta el 5% en un horizonte de inversión de 10 a 15 años. Teniendo esto en cuenta, el reajuste de estrategias para capitalizar las oportunidades en un entorno de tasas en descenso puede traducirse en nuevas oportunidades de inversión.

Tensiones en el crédito

Si tenemos presentes los riesgos inherentes por el post ciclo de subidas de tasas, no podemos pasar por alto la probabilidad de que se generen tensiones en sectores específicos. Por ejemplo, los préstamos inmobiliarios comerciales, los préstamos apalancados o algunas áreas de crédito al consumo pueden ser algunos de ellos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que estas tensiones serán gestionables y no representarán un riesgo inminente de recesión.