Pablo Iglesias sigue moviendo los hilos de Podemos. Se había retirado, dado un paso atrás, se había colocado en su Canal Red. Pero no, no ha podido quedarse en la trastienda, aunque se supiera que movía los hilos desde la sombra. Esta vez su orgullo le ha podido y la batalla emprendida contra Yolanda Díaz, por dejar a Irene Montero fuera del Gobierno de Sánchez, no ha hecho más que empezar.
Ya no se calla y da consejos, que parecen más bien órdenes, para avanzar sobre el primer paso dado en el Congreso de los Diputados de separar a sus cinco diputados de los de la coalición de partidos de Sumar. Como se esperaba, Pablo Iglesias pretende relanzar Podemos desde donde empezó: en las elecciones europeas. Desde aquel mayo de 2017 han pasado muchas cosas y este 9 de junio de 2024 Podemos parece haber vuelto a la casilla de salida.
Pero antes se celebrarán las elecciones gallegas, el 18 de febrero, e Iglesias ha vuelto a dar instrucciones. Nada de acudir a las urnas junto a Sumar, aunque Podemos se quede sin representación en el Parlamento gallego. De esta forma concurrirán cuatro partidos de izquierda a los comicios gallegos: BNG, PSOE, Sumar y Podemos. Enfrente estarán PP, Vox y el independiente ourensano, Gonzalo Pérez Jácome.
PABLO IGLESIAS Y SU GUERRA CON SUMAR FAVORECE AL PP, NO AL PSOE
Las encuestas dan de nuevo la mayoría absoluta al PP, esta vez encabezado por Alfonso Rueda que tira por inercia del camino de 15 años que le dejó el hoy líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. El segundo partido será, ya lo es, el Bloque Nacionalista Galego (BNG). Y es precisamente a los nacionalistas gallegos para los que Pablo Iglesias pide ahora el apoyo de Podemos. En la web que dirige Iglesias se podía leer un día antes de la consulta a las bases que «la mejor decisión que pueden tomar las bases moradas entre hoy y mañana es rechazar la coalición con Sumar y pedir el voto para el BNG». O lo que es lo mismo, mejor no presentarse a los comicios gallegos para que sus votantes den su sufragio a Ana Pontón, la líder del BNG.
Pero la actual dirigente de Podemos, Ione Belarra, acaba de estallar. No puede dejar las manos libres a Pablo Iglesias para seguir dando las directrices que debe seguir la formación morada. Belarra, en un mensaje en redes sociales, ha dado por hecho que Podemos se presentaría en solitario en los comicios gallegos, al afirmar que «el proyecto transformador de Podemos tiene que estar presente en las próximas elecciones galegas». Incluso nominó a Isabel Faraldo como «la mejor candidata» para liderar la formación morada en Galicia. Belarra ya ha presentado a la exconcejala como candidata a la Xunta, y competirá con Marta Lois, hasta ahora portavoz de Sumar en el Congreso. La ruptura entre Podemos y Sumar ya es oficial.
Éste ha sido el primer gesto público de Belarra para pararle los pies a Pablo Iglesias. Dentro de la formación, y sin el altavoz mediático de Iglesias, los actuales dirigentes de Podemos tratan en privado de desvincularse de las posiciones de Iglesias, alegando que no forma parte de la organización. También otro de los fundadores de la formación morada, Juan Carlos Monedero, ha reprochado las últimas actuaciones de Iglesias, mientras éste insiste en su guerra con Yolanda Díaz, a quien ha acusado de intentar chantajear a Podemos.
El exdirigente de Podemos escribía en el editorial de su Diario Red que «A cambio de la firma y los votos de Podemos, los de Yolanda Díaz solamente aceptaban ceder 46.000 euros anuales de la financiación de partidos a la que se tiene derecho después de las elecciones en caso de tener alguna representación», lo que califica como un nuevo «intento de arrinconamiento y humillación por parte de Sumar, añadía.
EL PSOE SEGUIRÁ SIENDO LA TERCERA FUERZA DE GALICIA AUNQUE CADA VEZ ESTÁ MÁS PERDIDO
Esta división no la entiende nadie, cuando les resta más que les suma de cara a los votos del electorado. Desde el PSOE también le echan la culpa a Yolanda Díaz, a la que recuerdan que Sánchez convivió con Podemos cuatro años y Díaz ni siquiera ha aguantado cinco meses. Una forma de ocultar sus problemas dentro de la comunidad gallega, donde el nuevo candidato propuesto por Pedro Sánchez, José Ramón Gómez Besteiro, no consigue remontar el vuelo.
Los mensajes del líder del PSOE en Galicia no llegan a los gallegos. Ha prometido una campaña donde solo hablará de Galicia frente a un PP con un «presidente que no manda», en alusión al titular del Ejecutivo gallego, Alfonso Rueda, y un presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, «que hace unos días dijo que esto iba a ser un plebiscito de Sánchez sí o no».
«Quien no hace campaña estrictamente gallega es el PP, aquí llega Feijóo con una caravana y hace unos días dijo, desdiciendo a Rueda, que esto iba a ser un plebiscito de Sánchez sí o Sánchez no, esto son los mimbres del PP, un presidente que no manda y otro que viene porque pretende decir a los gallegos lo que dijo en las Cortes, no soy presidente del gobierno porque no quiero», ha sostenido el candidato socialista.
Sus pretensiones de criticar la gestión realizada por el PP desde la Xunta gallega no acallan las voces que desde Génova llegan sobre la amnistía y los pactos de Pedro Sánchez para su investidura.
