La agónica situación de la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía

La Unidad de Policía Adscrita, perteneciente a la Junta de Andalucía, enfrenta su momento más crítico desde su creación en diciembre de 1992, hace ya 31 años. Según un comunicado de Jupol, el sindicato mayoritario en el Cuerpo, al que este medio de comunicación ha tenido acceso MONCLOA, «cada día que pasa, está más lejano el proyecto de la Policía Autonómica en Andalucía».

En el mencionado comunicado, el sindicato Jupol, encargado de velar por los derechos de los policías adscritos a esta unidad de la Junta de Andalucía, denuncia que a lo largo de estos 31 años, los beneficios y financiaciones del Cuerpo han experimentado un marcado declive. Cabe recordar que la Comunidad Autónoma estuvo gobernada por el Partido Socialista durante más de 40 años.

Desde la creación de la Unidad en 1992, la situación financiera y los recursos destinados a estos agentes han ido disminuyendo significativamente, según denuncia Jupol. La advertencia del sindicato refleja una creciente preocupación por el futuro de la Policía Autonómica en Andalucía, un proyecto que se percibe cada vez más distante.

La agónica situación de esta unidad no solo afecta a los recursos materiales, sino que también tiene un impacto directo en las condiciones laborales y el bienestar de los agentes. La llamada de atención de Jupol destaca la importancia de abordar de manera urgente la situación de la Policía Autonómica en Andalucía para preservar la seguridad y el orden en la región.

EL ORIGEN DE LA POLICÍA ADSCRITA A LA JUNTA DE ANDALUCÍA

La agónica situación de la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía | Foto: Europa Press
La agónica situación de la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía | Foto: Europa Press

En diciembre de 1992, el Gobierno socialista andaluz de la época, tomó una decisión política crucial, reflejo de un compromiso real al destinar una partida presupuestaria significativa para llevar a las calles andaluzas una mayor seguridad. Este gesto tenía como objetivo hacer realidad el sueño de cientos de agentes: velar por la seguridad de los andaluces a través de la creación de la Policía Adscrita a la Junta de Andalucía.

En esa época, el equipo de Gobierno dejó patente su compromiso al dotar a los poco más de 500 funcionarios que conformaban esta unidad policial con recursos materiales destacables e incentivos económicos. Entre estos beneficios se incluía una gratificación económica trimestral y servicios extraordinarios bien remunerados. Además, se reforzaron las dotaciones de medio ambiente para apoyar las labores de prevención de incendios en el campo andaluz a través del dispositivo del Plan Infoca.

Cada día que pasa, está más lejano el proyecto de la Policía Autonómica en Andalucía

Jupol

El proyecto de diciembre de 1992 era optimista, y los integrantes de esta unidad se sentían cómodos y debidamente incentivados para llevar a cabo su labor dentro del marco de las competencias atribuidas. Sin embargo, con el paso de los años, la realidad para los agentes de la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía comenzó a oscurecerse.

LA DEBACLE DE LA POLICÍA ADSCRITA DE ANDALUCÍA: FALSAS PROMESAS

La agónica situación de la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía | Foto: Europa Press
La agónica situación de la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía | Foto: Europa Press

Con el transcurso de los años, el proyecto de la Unidad de Policía Adscrita andaluza comenzó a desmoronarse, dejando a la vista los recortes presupuestarios evidentes, según denuncian desde el sindicato en el comunicado al que ha tenido acceso este medio de comunicación. Los vehículos asignados a la unidad sobrevivieron durante casi dos décadas con numerosas averías y miles de kilómetros acumulados.

Recientemente, el problema de la flota de vehículos se ha resuelto, pues desde la Junta han considerado oportuno renovar todos los coches oficiales. Sin embargo, el Plan Infoca, crucial para las labores medioambientales y la prevención de incendios, ha sufrido restricciones significativas tanto en términos de personal como de incentivos económicos, dejándolo prácticamente abandonado.

Por otro lado, en el comunicado emitido por Jupol, se destaca que el «incentivo de gratificación de todos los policías fue diezmado en el 2012» debido a un recorte presupuestario. Esta situación resultó en una pérdida de poder adquisitivo por parte de los agentes que persiste en la actualidad y no muestra signos de ser corregida. La promesa inicial de condiciones laborales y beneficios para estos agentes ha quedado en entredicho, marcando una etapa de decadencia para esta unidad que en sus inicios prometía fortaleza y respaldo gubernamental.

LA AGONIZANTE REALIDAD DE LOS POLICÍAS ADSCRITOS A LA JUNTA DE ANDALUCÍA

La agónica situación de la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía | Foto: Europa Press
La agónica situación de la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía | Foto: Europa Press

La Unidad de Policía Adscrita de Andalucía enfrenta una situación crítica que refleja la realidad agonizante de sus efectivos. Bajo la presidencia de Juanma Moreno Bonilla, el actual Gobierno andaluz ha expresado su inquietud, junto con el Consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, solicitando al Gobierno central la adscripción de nuevos funcionarios para paliar las numerosas bajas que, desde el último concurso específico de vacantes en 2012, no se han cubierto, a excepción de jefes de forma temporal.

Según el comunicado, la plantilla de la Unidad de Policía Adscrita de Andalucía se ha reducido drásticamente, llegando al 52% de su personal. Lo más preocupante es que la media de edad de los funcionarios ronda los 50 años, con una permanencia de más de 25 años desde el inicio de su puesta en marcha. Las bajas, entre jubilaciones y salidas voluntarias debido al malestar generado, continúan disminuyendo la plantilla.

El comunicado destaca que los servicios prestados por estos policías no tienen en cuenta esta reducción de personal ni la conciliación familiar de los mismos. Además, los agentes no reciben incentivos económicos y solo se evalúan a través de los resultados estadísticos de los objetivos propuestos por la Jefatura. La situación pone de manifiesto la falta de consideración hacia los policías adscritos, que ven mermadas sus condiciones laborales y su bienestar sin un respaldo gubernamental adecuado.