Cualquier persona que tenga un perro en casa sabe que estos animales demandan constantemente disciplina. Esto no quiere decir que haya que ser severos con ellos, ni mucho menos: lo que buscan es que sus humanos de referencia les ofrezcan pautas de comportamiento que les ayuden a mantener una estabilidad mental.
Este es el principal objetivo que persiguen centros de adiestramiento canino como conduct can: estos profesionales especializados en la conducta animal ayudan a dueños y perros a mejorar su relación y a establecer unas normas para que su vínculo se fortalezca y ambos sean más felices.
Como explican estos adiestradores, “el proceso de aprendizaje del animal no tiene el objetivo único de que se porten bien o aprendan cuatro trucos”. La realidad es que el trabajo de adiestramiento es mucho más profundo y busca, como objetivo principal, la mejora de la convivencia diaria.
Los perros necesitan tener un referente
Lo primero que se aprende en una escuela de conducta canina es que los perros necesitan un referente en el hogar. Por eso, las lecciones de adiestramiento de la mascota van dirigidas tanto al propio animal como a sus tutores.
Estos últimos también tienen que aprender a poner límites, convertirse en la voz que los perros escuchan como referencia y marcar unas órdenes claras y comprensibles… Este es un trabajo complejo porque también exige disciplina por parte de las personas que conviven con el peludo.
Sin embargo, quienes consiguen hacer este trabajo, aplicarlo en el día a día y mantenerlo en el tiempo experimentan en primera persona los beneficios del adiestramiento canino.
Una mayor independencia
Confundir el cariño con la dependencia es un escenario muy habitual en las casas con perros. Estos animales precisan de una educación que les permita ser independientes, poder quedarse solos unas horas en casa tranquilos, reducir los ladridos cuando se estresan al escuchar ruidos…
Esto solo es posible ayudándoles a ser más independientes. Esto no quiere decir que la mascota dejará de ser cariñosa o de querer a sus tutores, sino que lo hará de un modo mucho más controlado y saludable.
Mejora de la salud
¿Cómo puede el adiestramiento mejorar la salud del animal? Parece que son dos realidades no relacionadas, pero lo cierto es que sí que lo están: un perro estable, que tiene unas conductas marcadas, tiene beneficios directos para la salud.
Por ejemplo, tendrá una alimentación pautada, no comerá cosas fuera de tiempo o no aconsejadas por la dieta y, por tanto, mejorará sus digestiones.
Por otro lado, al obedecer más y mejor a su dueño, será disciplinado y será más difícil que se pierda (llegando a sufrir accidentes) o que se meta en riñas con otros perros.
Más libertad
Un perro educado responderá perfectamente a las instrucciones de voz y tendrá siempre a su humano como referente. En ese sentido, podrá ser más libre en los paseos, correr con total independencia, seguir rastros… sin tener que estar atado a la correa.
Todo ello con la seguridad de que con escuchar su nombre saldrá en dirección a su familia para regresar a casa sano y salvo.
Estos son tan solo algunos de los puntos de mejora que quienes se deciden por recibir clases de adiestramiento canino identifican desde las primeras sesiones. Centros como Conductcan pueden ayudar a cambiar la relación con los amigos de cuatro patas y hacer que tanto sus vidas como las de sus tutores mejoren de manera exponencial en poco tiempo.