El 6 de agosto de 2023 Daniel Sancho, el chef español acusado de asesinar al cirujano colombiano con el que mantenía una relación, pidió hacer una segunda declaración ante la Policía de Ko Samui. El relato de los hechos es muy duro.
«Hablé con el señor Edwin sobre pedir que pusiera fin a la relación, pero el señor Edwin trató de tener relaciones sexuales conmigo, entonces me negué, me puse de pie y le di un fuerte puñetazo con la mano izquierda en la cara. Su cabeza golpeó con fuerza en el borde del lavabo, haciendo que se rompiese la cabeza, pero no había sangre. Pero aún casi inconsciente trató de morderme el brazo izquierdo y luchar contra mí», aseguró Sancho.
«Por tanto, -continúa- atrapé a Edwin y le golpeé contra el borde del lavabo hasta que quedó inconsciente. Me di cuenta de que había mucha sangre fluyendo por el suelo. Me sorprendió y luego paré durante una hora hasta asegurarme de que Edwin estaba muerto. Así que arrastré su cuerpo hasta la ducha y encendí el agua para lavar la sangre de Edwin. Luego bajé a comprar cuchillos, sierras y otros artículos para tratar de cubrir mi culpa. Usé un cuchillo y una sierra para cortar el cuello hasta que se rompió». Hizo esta segunda declaración porque le dijeron que si confesaba la verdad sería extraditado a España, algo que nunca ocurrió.
«SU CABEZA GOLPEÓ CON FUERZA EN EL BORDE DEL LAVABO, HACIENDO QUE SE ROMPIESE, PERO NO HABÍA SANGRE»
Sancho esgrimió como detonante para enfurecerse que el fallecido, «con el que mantenía una relación desde hace un año», le habría amenazado «con hacer públicas unas fotos que había tomado y mandárselas a su familia», según el atestado, además Sancho explicó que «Arrieta es importante en Colombia y su cuñado, marido de su hermana, tiene mucho poder». Explicó que conoció al médico colombiano «en Instagram me envió un mensaje de texto sobre el negocio de los restaurantes. Le conocí en la apertura del restaurante».
TRES DECLARACIONES DE DANIEL SANCHO
En realidad esta segunda declaración de Daniel Sancho no difiere en gran medida de la primera efectuada el 3 de agosto, cuando dijo que Edwin Arrieta murió accidentalmente tras golpearse la cabeza y que descuartizó su cadáver por temor a ser imputado por la muerte del médico, con la excepción que en esta ocasión admitió matarlo. Pero tras recibir asistencia letrada Sancho realizó una nueva declaración, la tercera, en la que volvería a su primera versión, la del homicidio accidental, que será la que mantenga durante el juicio que está previsto que arranque este martes en la Audiencia Provincial de Ko Samui, una paradisíaca isla tailandesa.
Lo que no podrá negar en ninguno de los casos es la posterior profanación y ocultación del cadáver y la destrucción del pasaporte de Arrieta. «El 3 de agosto de 2023 alrededor de las 3.00 A.M. tomé las caderas y la pierna izquierda y otras partes que no recuerdo, luego conduje la motocicleta a Ban Haad Rin para tirar las bolsas de basura en un vertedero. Guardé el pasaporte, teléfono móvil, cartera y otros artículos», dijo en esa segunda declaración.
«Corté las partes del cuerpo en 14 ó 15 piezas (…) Luego puse varias partes en el refrigerador, lo había preparado antes», llegó a decir. «El 3 de agosto alrededor de las 6 me desperté y saqué algunos trozos envueltos en plástico negro. Lo puse en mi bolso al hombro y me fui al mar, arrojé allí los restos. Luego regresé al alojamiento», recordó Sancho a la Policía.
«Más tarde sobre las 7.00 abrí el refrigerador, cogí más trozos y fui caminando a alquilar un kayak, en la playa, a unos 300 metros de la habitación. Remé frente a Salad Beach a unos 500 ó 600 metros, abrí la bolsa y vertí las partes al mar, luego lavé la bolsa», añadió.
ALOJADO EN OTRO HOTEL
«Alrededor de las 8 conduje una motocicleta con la bolsa al hombro y el cuchillo dentro con el cortarías las bolsas de la basura. Viajé hasta el Anantara Resort Hotel, que está cerca del Panviman Resort Hotel, para comer. Terminé y tomé una motocicleta hasta el Panviman Resort, pero olvidé la bolsa en el Anantara Hotel», según el relato del propio acusado, que se había registrado en el Hotel Panviman por Internet poco antes.
Para la Policía tailandesa que confeccionó el atestado policial la premeditación de Daniel Sancho es clara porque el detenido «había planeado matar al muerto, primero en Koh Phangan, el 1 de agosto alrededor de las 17.00 horas fue hasta los almacenes Big C y compró muchos objetos como cuchillos, bolsas de basura, guantes de goma y equipo de limpieza. El 2 de agosto el acusado condujo una motocicleta para recoger al difunto a las 3 de la tarde desde el muelle de Thong Sala hasta el hotel sentado en la parte trasera de la motocicleta», escribieron los policías tailandeses.
Daniel Sancho acudió a la comisaría de Policía a denunciar la desaparición de Edwin Arrieta, pero los basureros ya habían encontrado los restos del hombre en un vertedero con algunas pruebas. Finalmente «le dije la verdad a la Policía», pero siempre refiriéndose a una muerte presuntamente accidental. Tras ser detenido, a Sancho le preguntaron si había sido detenido alguna vez o tenía causas pendientes y reconoció tener una causa pendiente en España por una pelea con otra persona.
También se comprometió antes el jefe de Policía, Somsak Nurod, su abogada de oficio, Chutiya Phromrak y el intérprete Pimpapon T. a señalar los lugares donde se había desprendido del cuerpo de Edwin Arrieta. Por eso las famosas imágenes de Sancho en la playa a plena luz del día esposado y flanqueado por dos policías. «Me gustaría hacer una declaración adicional y contar que hoy, 6 de agosto de 2023, he señalado la escena del crimen a los investigadores para apoyar mi confesión», declaró Sancho aquel día.
También reconoció en una fotografía a Arrieta, el lugar donde compró la sierra, el papel de madera y el cuchillo para descuartizar el cuerpo de Edwin. También reconoce el comercio en el que adquirió el cuchillo, bolsas de plástico, esponjas para fregar platos y estropajos de acero para limpiar. En último lugar, Daniel Sancho reconoce en imágenes el lugar donde recogió con su moto al difunto Edwin Arrieta para llevarlo al bungalow del hotel Bougain Villa, la escena del crimen.
SANCHO SE AUTOINCULPÓ DE OTRO DELITO
Daniel Sancho no está muy acertado en su declaración cuando, antes de terminar le preguntan si quería añadir algo, y éste confiesa otro delito contemplado como grave por la justicia tailandesa, destruir la documentación del fallecido. «Los bienes del difunto fueron arrojados en la playa de Rin, incluían el teléfono móvil, la cartera y dinero en efectivo en la billetera con unas manchas de sangre y tiré todos los artículos al mar. El dinero encontrado en la caja fuerte me pertenecía, me lo dio mi abuela en España, y lo cambié de euros a dólares y bats en Bangkok. Doy mi consentimiento a los agentes de policía para que lo incauten para su examen posterior», apuntó Daniel Sancho.
