Los militares se rebelan contra Robles por los bajos salarios

Los militares quieren seguir los pasos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se manifestaron el pasado 16 de marzo de forma multitudinaria en Madrid, para defender sus intereses profesionales y retributivos, se organizan para manifestarse ante el Congreso el próximo 1 de junio. La Asociación de Tropa y Marinería de España (ATME) ha anunciado la iniciativa para que se unan todas las demás asociaciones militares e incluso la sociedad civil y ha tramitado la convocatoria en el Registro Profesional de las Fuerzas Armadas (RAPFAS) del Ministerio de Defensa, para no dejar ningún margen de dudas de su legalidad.

Según la asociación, ha llegado el momento de dar un grito fuerte para que el Ministerio de Defensa se dé por enterado de los principales problemas que asolan a los militares. Y ese día está previsto que sea el próximo 1 de junio, a las 12.00, ante el Congreso de los Diputados, donde esperan que participen el mayor número posible de militares, independientemente de su empleo o cargo, familiares y muy especialmente a los ciudadanos en general, que quieran denunciar «la gravísima situación» en que viven estos servidores públicos y mostrar su apoyo y afecto hacia el colectivo.

LOS MILITARES QUIEREN EL APOYO DE LA SOCIEDAD CIVIL Y LOS POLÍTICOS

Los militares recuerdan que han estado trabajando en favor de los ciudadanos de España, e incluso de otros países, en los momentos más duros de la pandemia del COVID, paliando los efectos de los desastres naturales, incluso cuando se produjo la erupción del vocal de La Palma, y en otros muchas acciones de apoyo, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. «Es por todo esto que los militares también agradecerán que esta sociedad a la que sirven esté representada en la concentración».

Esta debe ser una movilización de todos los militares, sin importar escalas, empleos o relación con la administración

Los que también están invitados son los políticos de todos los signos políticos, ya que el mensaje del colectivo se dirige precisamente a todos ellos. En esa fecha además estarán en plena campaña electoral para los comicios europeos que se celebran el 9 de junio en el caso de España. ATME insiste en que sus problemas se tienen que solucionar con la participación de casi la totalidad de partidos políticos, pues «el tema de la Defensa debe ser un tema de Estado y no partidista», a pesar de las discrepancias que suelen demostrar el PSOE y SUMAR, socios del Gobierno con las medidas militares adoptadas.

LA SÉPTIMA MOVILIZACIÓN QUE CONVOCA ATME PARA MILITARES

Además, desde ATME hacen un llamamiento o invitación al resto de asociaciones profesionales presentes en el COFERPAS, para que también asistan a la concentración y se puedan dirigir desde la tribuna a los asistentes, «libremente y sin vetos», reivindicando los temas que consideren de interés. «Esta debe ser una movilización de todos los militares, sin importar escalas, empleos o relación con la administración, porque los temas más importantes son comunes, como pueden ser las retribuciones o la promoción profesional».

ATME ha convocado a lo largo de su historia seis movilizaciones de militares, bajo el Gobierno del PP (2018) y del PSOE (2020, 2021, 2022 y dos en 2023 en Madrid y Vitoria), convocadas «ante el abandono y desinterés del Ministerio de Defensa». Su reto ahora es que las Fuerzas Armadas sean más atractivas y profesionales.

SUELDOS NETOS, POR DEBAJO DEL SMI

Los militares se sienten utilizados en mil y una misiones tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales, lo que hace de la ministra Margarita Robles una de las mejores valoradas del Gobierno, -la mejor según los datos del último barómetro del CIS- y de las Fuerzas Armadas una de las instituciones mejor valoradas por los españoles. Si bien creen que en el Ministerio les oyen, pero «no escuchan sus reivindicaciones».

Las principales, las que llenarán sus pancartas en la convocatoria del 1-J, son: «una necesaria actualización de las retribuciones que les permita dejar de ser los servidores públicos peor pagados, con soldados cuyos sueldos netos es menor que el montante del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)». También van a exigir una Ley Única de la Carrera Militar que englobe a todas las escalas, elimine la alta temporalidad y permita una verdadera promoción profesional.

LOS MILITARES SE SIENTEN EN DESVENTAJA CON OTROS FUNCIONARIOS

Además, al igual que policías, guardias civiles y funcionarios de prisiones, los militares quieren que se les reconozca la declaración de la profesión de riesgo -a los policías y guardias civiles el Senado ya votó a favor de ello- y la actualización de la Ley de Derechos y Deberes, «cuya comisión de trabajo para su mejora lleva más de 7 años en funcionamiento y el último medio año sin actividad», matizan fuentes de ATME.

Los militares solicitan mejores remuneraciones y un modelo de carrera atractivo, pero tres años después, siguen esperando.
Los militares solicitan mejores remuneraciones y un modelo de carrera atractivo, pero tres años después, siguen esperando.

Los militares se quejan porque han visto conceder o aprobar mejoras para los funcionarios pero no para su gremio. Prueba de ello fue el último pleno extraordinario sobre Retribuciones, celebrado en marzo, cuando todas las asociaciones profesionales del COPERFAS reivindicaron mejoras en las retribuciones y la respuesta de Defensa fue que «no podía presentar ningún plan de mejoras retributivas, ni siquiera las medidas que supuestamente tenían planeadas, porque habían decaído los Presupuestos Generales del año 2024», informan las asociaciones.

Un dato sorprendente, teniendo en cuenta que la ministra Margarita Robles indicó el pasado mes de marzo que la renuncia a presentar presupuestos en 2024 no comprometía el gasto en Defensa, que pretende alcanzar el 2% del PIB de inversión en defensa para 2029, en línea con lo acordado con los socios de la OTAN.

Otro ejemplo por el que los militares se sienten peor tratados es el caso reciente del Ministerio de Justicia, que lidera el ministro Félix Bolaños, pues «han subido a los funcionarios las retribuciones para poner fin a un conflicto que llevaba abierto solo desde el año anterior», se quejan desde ATME, que lógicamente llevan muchos más años insistiendo en las demandas profesionales de los militares.