La zona del rostro en la que jamás debes explotar un grano

Explotar un grano en el rostro puede parecer algo inofensivo, sin embargo, resulta más peligroso de lo que muchos imaginan. Resistir la tentación de sacar una espinilla puede ser difícil para algunos, pero la mejor decisión es soportar y no pellizcar, pues es posible desatar un problema mucho más grave que una marca o mancha en la piel.

Si hay algo en lo que coinciden todos los dermatólogos es que pellizcar la piel para sacar un grano nunca es una buena idea y esto es mucho más real cuando hablamos del «triángulo de la muerte», una zona del rostro en la que resulta altamente peligroso explotar alguna espinilla, punto negro o impureza. Aunque muchas personas lo hacen constantemente, la verdad es que se exponen a un peligro que podría poner en riesgo la mismísima vida.

¿Por qué no debes explotar un grano en el triángulo de la muerte?

¿Por qué no debes explotar un grano en el triángulo de la muerte?

Primero que nada, entendamos que el triángulo de la muerte está conformado por la nariz y sus alrededores hasta la comisura de los labios. En esta zona se encuentra la vena angular, que recorre la nariz, los ojos y conecta con el seno cavernoso del cerebro. Esto significa que los granos que están en el área son factores de riesgo si se explotan, ya que pueden generar una infección grave que puede afectar la visión, provocar parálisis facial, un accidente cerebrovascular o, incluso, la muerte.

Esto es mucho más peligroso debido a que esta vena no contiene válvulas. Esto significa que si la sangre infectada llega al cerebro puede haber graves consecuencias de salud porque las bacterias se dispersarían en todo el área. Aunque esto no es lo más habitual es indispensable reducir los riesgos y no exprimir granos en el denominado triángulo de la muerte. Cómo alternativa, es mejor asistir a un especialista y aplicar tratamientos médicos.

Cómo acabar con los granos en el rostro

Cómo acabar con los granos en el rostro

Sabemos que no tocar el rostro cuando hay granos puede ser muy difícil, pero explotarlos no es para nada la mejor opción. Además del peligro de infección, este método suele dejar marcas que puede ser de por vida. De esta manera, la mejor opción es usar tratamientos dermatológicos que no solo ayuden con los brotes activos, sino que traten el problema de raíz.

En la cotidianidad, el cuidado con limpiadores amigables y químicos activos pueden ser de gran ayuda. Algunos exfoliantes químicos son ideales para acabar con las impurezas y evitar la aparición de puntos negros. En cualquier caso, es indispensable consultar con el médico especialista para saber qué tratamiento es él más pertinente para cada caso particular.