Alemania se vio consternada por la agresión con riesgo de vida al político del partido socialdemócrata (PSD), Matthias Ecke, quien fue atacado brutalmente por un grupo de jóvenes mientras colocaba carteles partidarios en la vía pública, el viernes 3 de mayo, en Dresde. El representante de Alemania por el PSD en las próximas elecciones parlamentarias de la Unión Europea (UE) del 9 de junio fue intervenido quirúrgicamente luego de sufrir una rotura de pómulo y cuenca del ojo, mientras que la policía local arrestó a cuatro sospechosos del ataque. Las fuerzas de seguridad destacaron que los arrestados tienen entre 17 y 18 años, con indicios de tener convicciones políticas de extrema derecha, lo que habría motivado la golpiza a Ecke.
Por otro lado, el jefe de la Oficina Estatal de Investigación Criminal de Dresde, Kay Anders, informó que el primer sospechoso se entregó y luego el accionar policial se orientó al allanamiento de dos departamentos, donde detuvieron a otras dos personas, mientras que el cuarto implicado fue apresado durante la noche. El ataque provocó la indignación de la población en Alemania, donde miles de personas se lanzaron a las calles el último domingo en señal de protesta contra la violencia de la extrema derecha.
Agresiones a políticos en Alemania
De acuerdo con los últimos sondeos gubernamentales, las agresiones a políticos en Alemania vienen en aumento desde hace varios años. «Desde Navidad hasta principios de año, en la época de las protestas de los agricultores, teníamos montones de estiércol delante de la puerta de cada oficina, huevos en las ventanas, cristales rotos en varias oficinas y también buzones de correo que hicieron explotar. Sucede que la gente dice que si volvemos al poder, nos pasará esto y aquello. La violencia verbal definitivamente ha aumentado en los últimos años», destacó el líder del Partido de Los Verdes en la región de Turiniga, Max Reschke.
Los Verdes aseguran que estos ataques públicos se dan con frecuencia en distintas zonas de Alemania y que cuando realizan acciones partidarias lo hacen acompañados de seguridad para evitar cualquier confrontación.
Alemania y la extrema derecha
Estas agresiones de la extrema derecha en Alemania se repitieron en localidades como Essen, el último 2 de mayo, cuando dos representantes de Los Verdes sufrieron agresiones e insultos de parte de dos personas en la vía pública, en el estado de Renania del Norte-Westfalia. Lo mismo ocurrió en Branderburgo, cuando el vehículo particular donde se desplazaba la vicepresidenta del Bundestag, Katrin Göring-Eckart (Los Verdes) fue atacado a golpes por manifestantes que la increparon y le cortaron el paso.
Los actos de intolerancia cívica se repitieron en Turinigia, cuando la casa de un político del partido socialdemócrata fue incendiada por manifestantes de la extrema derecha, en Gotha. «No debería darse el caso de que algo tenga que suceder antes de que podamos tomar medidas. Y la sociedad en su conjunto tiene que preguntarse en qué dirección queremos ir. No creo que más violencia y más miedo puedan tener sentido», analizó Reschke.
