En un giro inesperado, los dos principales candidatos para liderar Izquierda Unida (IU) en su próxima asamblea federal, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y el exlíder de la federación andaluza Antonio Maíllo, han decidido dejar de lado sus diferencias para buscar una relación más estrecha con el partido Sumar, liderado por Yolanda Díaz.
La unión entre Rego y Maíllo se materializó el pasado 5 de mayo durante el debate entre los cuatro candidatos que aspiran a suceder a Alberto Garzón al frente de la coordinación federal de IU. Sin embargo, aunque esta alianza ha mostrado un frente común, también ha dejado entrever algunos roces entre ambos contendientes.
Ambos candidatos han enfatizado que cualquier relación con Sumar debe basarse en la autonomía y la ausencia de subordinación. Su objetivo es que IU adquiera un papel destacado dentro de la coalición y se convierta en uno de los pilares fundamentales de apoyo para Yolanda Díaz–
No obstante, sus rivales para la asamblea federal, el coordinador autonómico de Madrid, Álvaro Aguilera, y el representante del sector crítico, José Antonio García Rubio, han expresado abiertamente sus reservas sobre la participación de IU en Sumar. Ambos han argumentado que esta colaboración política podría relegar a IU a un papel de subordinación respecto al proyecto de Yolanda Díaz.
La relación con Sumar ha dominado gran parte del diálogo entre los candidatos, y al respecto, Rego, quien ostenta el cargo de Ministra de Juventud por la cuota de Sumar en el Gobierno, ha defendido que IU debe mantener su autonomía y soberanía, sin por ello aislarse, y ser capaz de relacionarse de igual a igual con otras organizaciones sin caer en dinámicas de subalternidad.
MAÍLLO APUNTA A QUE IU NO PUDO DECIDIR SI REGO IBA A SER MINISTRA
Durante el encuentro, Rego reveló que en su momento abogó por someter a referéndum entre la militancia la integración de IU en la coalición de Sumar para las elecciones europeas, enfatizando en la importancia de la «horizontalidad» en cualquier convergencia electoral.

Por su parte, Maíllo señaló que el partido debe buscar ganar relevancia dentro de este espacio de unidad de la izquierda, reconociendo que las experiencias previas de confluencia con otras organizaciones son «mejorables», pero descartando la idea de aislamiento o ruptura. Sin embargo, no escatimó críticas al mencionar que los «hiperliderazgos» fracasan cuando se basan en fundamentos débiles, y subrayó el descontento generalizado dentro de la organización por haber obtenido el cuarto puesto en la lista para las elecciones europeas.
El exlíder de IU en Andalucía enfatizó la importancia de la democracia interna al acusar a la dirección de cometer un «error» al no llevar a cabo una consulta adecuada sobre la alianza con Sumar.
MAÍLLO SEÑALÓ QUE ÉL NO PUDO VOTAR SOBRE LA CANDIDATURA DE REGO A MINISTRA
En medio del fervoroso debate sobre el rumbo de Izquierda Unida (IU), Antonio Maíllo desveló una cuestión crucial: el partido no tuvo la oportunidad de decidir si Sira Rego ocuparía el cargo de Ministra. Asimismo, dirigiéndose a Rego, reconoció su valía y expresó su deseo de que continuara como ministra por su labor, pero señaló que él no pudo votar sobre este asunto, ya que la propuesta fue presentada como un «trágala de lentejas» por parte de Alberto Garzón.
Estas revelaciones de Maíllo han arrojado luz sobre la falta de participación democrática en decisiones clave dentro de IU, y han generado un debate sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de consulta y participación interna en el partido. La pregunta que queda en el aire es si estas revelaciones influirán en el futuro de la coalición y en la relación con Sumar.
GARCÍA Y AGUILERA SE POSICIONAN COMO LOS MÁS CRÍTICOS CON SUMAR
En un panorama marcado por el debate sobre la estrategia electoral de Izquierda Unida (IU), dos figuras destacadas, José Antonio García Rubio y Álvaro Aguilera, han emergido como los más críticos con la alianza con Sumar, liderada por Yolanda Díaz.
García Rubio ha reivindicado la coherencia al recordar que el sector crítico a la dirección ya se opuso en su momento al «pacto de los botellines» con Podemos, y ahora también cuestionan la alianza con Díaz. Parafraseando a Karl Marx, ha comparado la primera confluencia con Podemos como una «tragedia» y la actual con Sumar como una «farsa», ambas basadas en lo que él califica como «servilismo». En este sentido, ha demandado una conferencia específica sobre la política de alianzas y ha expresado su firme voluntad de sacar a la organización del «pozo» en el que se encuentra.

Por otro lado, Aguilera ha argumentado que la confluencia con Sumar en los comicios comunitarios ha sumido a la militancia de IU en la apatía, ya que cuatro de los primeros puestos en la lista de Sumar están vinculados con los verdes, un espacio que él describe como «otanista». Ha enfatizado la importancia de que la unidad se base en el programa, y ha alertado sobre la falta de consulta a las bases sobre la alianza con Sumar, sugiriendo que se evitó para no arriesgar su aprobación. Además, ha defendido la idea de que IU debería haber concurrido en solitario a esta cita electoral, argumentando que así habría tenido la oportunidad de conseguir su propio eurodiputado.
El líder de IU Madrid ha destacado que dentro de la Coordinadora Federal hubo voces que señalaron a Sumar como un proyecto «nacido, tocado de muerte», y ha advertido que cuando se apela a la «sensatez» de la unidad electoral, él lo interpreta como «claudicación».
IU HA PERDIDO SU ESENCIA
Dando un paso más allá de sus declaraciones, Aguilera comento que últimamente tiene la «impresión» de que Izquierda Unida ha sido domesticada por la formación de Yolanda Díaz. Según Aguilera, desde Sumar tienen «cogida la medida» a IU en todas las negociaciones y que siempre les ofrecen lo mínimo que pueden aceptar sin romper.