El secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, ha destacado el compromiso del Ministerio con la necesidad de luchar contra la pobreza a través de una acción educativa transformadora. Durante su participación en la jornada ‘La Educación que vence a la pobreza’, organizada por la Fundación Bofill y la Plataforma de Infancia, Bar subrayó la importancia de este compromiso con cada niño, cada niña, cada familia y cada comunidad en busca de un futuro mejor.
Un compromiso con la inclusión y la no discriminación
Bar resaltó la necesidad de poner el foco en la inclusión y la no discriminación en el ámbito educativo. Según sus palabras, el Ministerio se compromete a seguir promoviendo una educación más equitativa e inclusiva, tanto a nivel individual como social y territorial. Esta firme voluntad se traduce en la apuesta por un marco normativo y una práctica que busquen dicha equidad en la educación.
En este sentido, el número 2 de Pilar Alegría hizo hincapié en que la educación no se limita a las aulas y a las escuelas. La verdadera educación va más allá de la escolarización y debe abarcar aspectos como el aprendizaje a lo largo de la vida, el acceso a recursos culturales y tecnológicos, los servicios complementarios y la creación de entornos favorecedores del desarrollo integral de las personas. Es fundamental, según Bar, valorar y cuidar los entornos familiares como espacios de aprendizaje en sí mismos.
Al enfocarse en la educación como una herramienta para superar la pobreza y fomentar la inclusión, el Ministerio busca establecer las bases para una sociedad más justa y equitativa. Se reconoce la importancia de una educación que no solo forme ciudadanos preparados académicamente, sino que también promueva valores de solidaridad, respeto y diversidad.
El papel clave de la educación en la transformación social
La educación se erige así como un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más justa y próspera. A través de la formación y el acceso a oportunidades educativas, se abren puertas hacia un futuro más prometedor para todos los sectores de la población. Este enfoque integral de la educación busca trascender las barreras tradicionales del aula y abarcar todos los aspectos que influyen en el desarrollo de las personas.
En esta línea, José Manuel Bar destaca la importancia de impulsar una educación que fomente el aprendizaje continuo y la capacitación permanente a lo largo de la vida. La adquisición de habilidades y conocimientos se plantea como un proceso dinámico y constante, que va más allá de la etapa escolar y se extiende a lo largo de toda la trayectoria vital de cada individuo.
Construyendo un futuro educativo inclusivo y equitativo
El compromiso del Ministerio con la educación inclusiva y equitativa se refleja en la promoción de un sistema educativo que atienda las necesidades individuales de cada estudiante, así como los desafíos sociales y territoriales que puedan influir en su desarrollo. Este enfoque integral busca garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad, independientemente de su origen o circunstancias.
Además, se enfatiza la importancia de crear entornos educativos seguros y estimulantes, que promuevan la participación activa de los estudiantes y favorezcan su crecimiento personal y académico. La colaboración entre la comunidad educativa, las familias y otras entidades sociales se presenta como un factor clave en la consecución de una educación verdaderamente inclusiva y transformadora.






