viernes, 13 junio 2025

Así es como te timan los hoteles en verano: El truco al reservar en la web que la OCU recomienda evitar para no pagar de más

Llega el ansiado verano, y con él, la ilusión de planificar esas merecidas vacaciones que llevamos meses, o incluso todo el año, esperando con anhelo. Pero cuidado, porque en ese proceso de búsqueda del hotel perfecto, ese que parece sacado de una postal idílica, un enemigo invisible y bastante taimado podría estar inflando los precios, una práctica sobre la que la OCU lleva tiempo alertando y que puede convertir el sueño en una pequeña pesadilla para nuestro bolsillo. No se trata de una simple fluctuación del mercado o de la ley de la oferta y la demanda en su versión más pura, sino de algo mucho más sofisticado y, para muchos, éticamente cuestionable.

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Hablamos de los precios dinámicos, esa estrategia cada vez más extendida en el sector turístico, y especialmente en el hotelero, que ajusta las tarifas en tiempo real no solo en función de la disponibilidad o la temporada, sino también basándose en nuestro comportamiento online, nuestro historial de navegación e incluso nuestra ubicación geográfica. Lo que parece una comodidad tecnológica, en realidad, puede ser una trampa muy bien urdida para exprimir al máximo el presupuesto del viajero desprevenido, una argucia que la OCU y otras organizaciones de consumidores miran con lupa y creciente preocupación, instando a los usuarios a estar más alerta que nunca.

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LA BATALLA POR UN TURISMO JUSTO: LA LUCHA DE LA OCU Y LA NECESIDAD DE PROTEGER AL VIAJERO

Fuente Pexels

Más allá de los trucos individuales que podamos emplear, la solución a largo plazo para este problema pasa necesariamente por una mayor regulación y transparencia en el sector, así como por una concienciación creciente por parte de los consumidores. La OCU lleva años abogando por normativas que obliguen a las empresas a informar claramente sobre el uso de precios personalizados y que garanticen el derecho del usuario a acceder a una tarifa estándar no discriminatoria, independientemente de su historial de navegación o su procedencia.

Mientras esa regulación más estricta llega, es fundamental que los viajeros seamos conscientes de estas prácticas y adoptemos una actitud crítica y proactiva a la hora de reservar nuestras vacaciones, sin dejarnos llevar por la primera oferta que veamos o por mensajes de urgencia del tipo «¡última habitación disponible!». La información es poder, y conocer cómo funcionan estos sistemas es el primer paso para no caer en sus redes, un esfuerzo en el que la labor de divulgación y denuncia de organizaciones como la OCU resulta absolutamente imprescindible para empoderar al consumidor y fomentar un turismo más justo y transparente para todos.

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