El Dr. Bueno, cardiologo, nos enseña las diferencias entre un ictus y un infarto

El ictus es algo que sigue generando dudas y miedos, sobre todo cuando se confunde con otras urgencias como el infarto. Por eso el Dr. Bueno, cardiólogo, nos explica con claridad qué distingue a ambas emergencias y por qué reconocer sus señales a tiempo puede cambiarlo todo, porque saber cuáles son esas diferencias puede cambiarlo todo.

El ictus sigue siendo uno de los grandes temores cuando hablamos de urgencias médicas, quizá porque aparece de forma repentina y porque cada minuto cuenta. En los últimos años se ha avanzado mucho en su tratamiento, pero la clave sigue estando en reconocer los primeros signos y pedir ayuda sin dudarlo. La importancia de entender qué lo diferencia de otras emergencias, como un infarto, es más necesaria que nunca, sobre todo si tenemos en cuenta que muchas veces se confunden sus síntomas y eso retrasa la atención.

Al mismo tiempo, el ictus abre una conversación más amplia sobre cómo cuidamos nuestra salud en el día a día, ya que no solo se trata de saber reaccionar ante un episodio grave, sino también de adoptar hábitos que nos ayuden a prevenirlos. Desde horarios más saludables para cenar hasta rutinas de descanso que favorezcan el metabolismo, cada pequeño ajuste puede ser decisivo. Con esa perspectiva, el Dr. Bueno, cardiólogo, ha puesto sobre la mesa algunas claves que ayudan a comprender mejor cómo mantenernos atentos y qué señales no deberíamos pasar por alto.

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Cómo actuar ante dudas médicas de último minuto

“Cualquier señal debe ser tomada en cuenta”. Fuente: Freepik
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El Dr. Bueno también se detiene en preguntas cotidianas que con frecuencia generan preocupación, como los dolores musculares o qué hacer cuando se olvida una dosis de medicación. Aclara que no es recomendable duplicar la toma, ya que eso puede provocar efectos no deseados, y que lo más adecuado es retomar el tratamiento en el horario siguiente o, mejor, consultar a un profesional.

Y aunque estas cuestiones puedan parecer menores en comparación con emergencias como el ictus, forman parte de ese mismo enfoque de cuidar del cuerpo con información fiable, mantener rutinas que favorezcan la salud y saber cómo actuar ante señales que no deben ignorarse. Porque, al final, la prevención y la calma informada siempre serán la mejor herramienta para evitar que un problema puntual se convierta en una complicación mayor.

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