5 fuentes naturales de inositol y qué pueden hacer por tu salud cardiovascular

El inositol no suele estar en el centro del foco, pero ahora lleva un tiempo ganándose un lugar propio al hablar de alimentación y corazón. Se encuentra presente de forma natural en muchos alimentos cotidianos y como muchos no sabemos cuáles son, aquí te presentamos una lista de ellos, ya que pueden ser un potente aliado de la salud cardiovascular.

El inositol lleva tiempo despertando el interés de la comunidad científica, pero también empieza a colarse en las conversaciones sobre alimentación y salud de una forma mucho más cotidiana. Aunque no siempre se le da protagonismo, este nutriente del complejo de la vitamina B es esencial para que el organismo funcione con normalidad, ya que participa en procesos clave como la comunicación celular y la formación de membranas. El inositol, además, comparte estructura química con la glucosa, lo que explica su papel en el metabolismo energético.

El inositol se necesita en pequeñas cantidades, pero su presencia diaria en la dieta es importante, especialmente si se busca cuidar la salud cardiovascular. Aún bajo estudio por su posible papel en la prevención de determinadas enfermedades, los expertos coinciden en que una alimentación variada suele ser suficiente para cubrir las necesidades básicas. Frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales son las principales fuentes naturales de este compuesto, accesibles y habituales en cualquier despensa.

1
Cinco fuentes naturales de inositol fáciles de incorporar

“El brócoli destaca por su contenido y aporte nutricional”. Fuente: Freepik

El inositol está especialmente presente en las verduras, y por eso conviene que ocupen un lugar central en la dieta diaria. El brócoli, la coliflor o las espinacas destacan por su contenido, seguidos de espárragos y lechuga, alimentos que además aportan fibra y antioxidantes. Consumidos con regularidad, ayudan a mantener niveles estables de este nutriente sin necesidad de recurrir a suplementos.

Publicidad

En el grupo de las frutas, el inositol aparece con fuerza en los cítricos, pero también en opciones como el melón, los higos, el kiwi o el plátano. A esto se suman las legumbres, con frijoles, lentejas, garbanzos y habas como grandes aliados, y las semillas de lino, chía o calabaza, pequeñas pero muy concentradas. Integrar estos alimentos de forma habitual es una manera sencilla de cuidar el organismo desde dentro.

Atrás
Publicidad
Publicidad