“Comparar los precios de España con la situación en Venezuela es absurdo”: Emilia Pérez (45), economista, explica el fenómeno que recorre las redes sociales

El debate en redes sociales se ha movilizado mucho estos días tras la comparación de precios de un supermercado español frente a los de Venezuela. Sin embargo, muchos usuarios se niegan a aceptar dicha comparación, incluso, la economista Emilia Pérez, ha reaccionado frente a este tema. «Es imposible que alguien compare la canasta básica de España frente a un salario mínimo que enfrentan los venezolanos cada mes… hacen malabares para sobrevivir», comenta la economista.

Por su parte, el nivel de inflación, el poder adquisitivo y la brecha entre los salarios son uno de los tantos factores que impiden decir si en Venezuela hay precios más económicos que el resto de los países de Europa; no obstante, Venezuela no siempre fue así. A pesar de que mantenía indicadores de riqueza superiores a los países de la región por PIB per cápita ($4,671), y que solo era superada por Argentina, para los años 80 y 90, fue marcada por una profunda inestabilidad económica y el inicio de una crisis generalizada tras décadas de bonanza.

LA COMPARACIÓN DE PRECIOS ENTRE ESPAÑA Y VENEZUELA ENCIENDE LAS REDES

La publicación compartida desde varias plataformas, muestra a una ciudadana venezolana recorriendo un supermercado español y una pregunta que generó debate entre los usuarios: ¿cuánto vale el kilo de carne en España?, ¿costará más que en Venezuela? Inicia con la comparación de precios, comienza con el kilo de costilla de cerdo, que en España se sitúa desde los 5,70 euros; sin embargo, la usuaria afirma que en Venezuela se puede conseguir en 3,70 dólares.

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Pero, lamentablemente es un dato algo pasado de moda, ya que el precio del cochino en Venezuela llega hasta los $10 el kilo, por ser temporada navideña; así que por ese lado la comparación se queda fuera de lugar. Y así sigue comparando, lo que sucede es que a pesar de que en España los precios del kilo de pollo y del cartón de huevos son similares a los de Venezuela, el poder adquisitivo no es igual, porque los salarios no llegan a parecerse ni en un 1%.

EL DETALLE QUE NO SE TOMÓ EN CUENTA: UN SALARIO DE VENEZUELA EQUIVALEN A 0,39 EUROS

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Hasta el día de hoy, miércoles 17 de diciembre de 2025, en Venezuela, el salario mínimo es de 130 bolívares (VES) mensuales. Y si lo cambiamos, da solo 0,39 euros, según la tasa oficial de referencia del Banco Central de Venezuela de aproximadamente es de 328,37 VES por €. Y este valor sigue disminuyendo porque el precio de cambio mientras que el salario base ha perdido su valor.

Sin embargo, la resiliencia desarrollada por los venezolanos que decidieron no migrar, consta de tener varios trabajos o proyectos a la vez, donde pueden alcanzar como mucho 800 dólares al mes. No obstante, el mandatario Nicolás Maduro optó por amortizar el salario con bonos indexados a Patria, una plataforma donde las bases de la tolda roja reciben ayudas económicas. Pero, el esfuerzo de fijar salarios de 113 euros para trabajadores públicos, mientras que los jubilados y pensionados llegan a percibir desde 42 hasta 105 euros al mes.

¿ DE CUÁNTO ES EL SALARIO MEDIO EN ESPAÑA?

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El debate sobre los precios en España sigue generando opiniones encontradas sobre las acciones de las autoridades en el país frente al descontrol económico que motiva a muchas personas a cambiar su rutina y hasta hábitos que forman parte de la identidad española. En el caso de ciudades como Madrid y Barcelona, el panorama es bastante claro: los precios suben y los ciudadanos ya no saben qué hacer para ahorrar en tiempos de crisis.

Esta revelación ha impulsado a muchos expertos en economía a realizar un cotejo sobre esta realidad, como lo ha hecho la economista Pérez, quien da cifras exactas según el Instituto Nacional de Estadística (INE) y otros análisis publicados recientemente. Resulta que el salario medio bruto mensual en España, se sitúa entre los 2.385 y 2.442 euros. Por lo que el ingreso de un ciudadano español con un sueldo medio equivale a 33.700 euros brutos anuales (en el caso de los empleos a tiempo completo). Incluso, en el caso de España, estos montos pueden variar según el grado de educación, zona y área de especialización, pero en Venezuela no.

LA INFLACIÓN EN VENEZUELA NO SE COMPARA CON LA DE ESPAÑA

La inflación en Venezuela no se compara con la de España
El poder adquisitivo marca la verdadera diferencia entre ambos países.

La inflación es un fenómeno que ocurre cuando el coste general de los productos y servicios sube de forma gradual y sin descanso. En el caso de los supermercados, no siempre es una elección directa de estas cadenas, sino la continuidad de medidas para no caer en la bancarrota. De esta forma, el ajuste de precios es algo que va más allá. Todo surge desde el aumento de los costes de producción, lo que hace que los proveedores suban los precios sin perder el margen de ganancia. Además, la demanda también influye cuando los consumidores siguen comprando a pesar de que los precios se mantienen altos.

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En el caso de Venezuela y los «salarios de hambre» (como muchos le dicen) la inflación se ha metatizado a tal grado que lo que hoy puede costar 1 dólar, mañana lo consigues al triple y si no portas la moneda en físico, al cambio ese dólar se transforma en $7, porque no se respeta el cambio oficial, sino que muchos se guían por las referencias del precio de plataformas como Binance. En el caso de España, la inflación apenas se encuentra en pañales, se espera que ambos países puedan encontrar la solución a este fenómeno que disuelve los salarios como sal en agua.

LA PREOCUPACIÓN DE LOS EXPERTOS: LOS ESPAÑOLES SE ACOSTUMBRAN A PAGAR PRECIOS INFLACIONARIOS

La preocupación de los expertos: los españoles se acostumbran a pagar precios inflacionarios
En España, la inflación avanza mientras los ciudadanos se adaptan a los nuevos precios.

Por su parte, la economista Emilia Pérez ha compartido desde sus redes sociales el efecto psicológico que ha traído la inflación en el país. Según la experto, cuando un precio alto se incrementa de forma progresiva y silenciosa «tu cerebro acepta sin cuestionarlo y lo toma como parte de la rutina». La economista Pérez asegura que lo mismo sucede con la subida de precios del transporte público o de los alquileres: «al inicio la noticia sorprende, luego ocurre la indignación y como nadie hace nada ni reclama, simplemente se vuelve costumbre».

Por ejemplo, cuando antes pagabas 4 euros por un desayuno, pero ya es normal que por Madrid supere los 10 euros, no luchas, simplemente aceptas «porque son otros tiempos y la situación afecta a todos», añade Moreno, que explica además que la inflación y las subidas de precios guardan un riesgo que acecha los bolsillos porque «diluye la realidad del verdadero coste de la vida, por eso las personas no saben dónde se va todo el sueldo cada mes». Por eso Pérez considera clave hacer una reflexión sobre los gastos diarios, pero no desde la culpa, sino desde la realidad y el control sobre nuestros impulsos.

En primer lugar, la comparación de precios es vital, ya que existen grandes diferencias entre los supermercados que pueden superar el 20% en productos básicos. En este contexto, la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU) afirma que elegir productos de marcas blancas te permite ahorrar hasta un 40% al año. Supermercados como Lidl, Carrefour y Mercadona, tienen sus propias líneas de productos que igualan en calidad a los de marcas reconocidas y premium. Planificar el menú semanal, también te permite hacer un balance y evitar desperdicios.

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