Greenpeace ha reclamado que, en lugar de discutir sobre «intereses polĂticos particulares», el Estado, los gobiernos autonĂłmicos y los municipios deberĂan aprovechar el conocimiento de sus sistemas energĂ©ticos nacionales, regionales y municipales y «lanzar planes urgentes de ahorro de gas y de despliegue de energĂas renovables, poniendo especial Ă©nfasis en el autoconsumo y las comunidades energĂ©ticas«.
Asà lo ha manifestado este lunes la organización en un comunicado, tras la reunión celebrada entre el Gobierno central y las comunidades autónomas para tratar las medidas de ahorro energético que se aprobaron de urgencia el pasado 1 de agosto.
La organizaciĂłn ecologista considera además que España «deberĂa ser la más interesada en avanzar en la transiciĂłn energĂ©tica, en lugar de resistirse al ahorro de gas negociando un 7% de reducciĂłn cuando el objetivo europeo llega a un 15 %». «TambiĂ©n que seguimos perdiendo oportunidades para reducir de verdad la demanda y la dependencia del gas fĂłsil», añade.
En este contexto, el coordinador de campaña de combustible fósiles, Francisco del Pozo, ha criticado que, a pesar de los incendios forestales que asolan España y de que la población sufre olas de calor «sin precedentes», el Gobierno ha planteado un real decreto con medidas en algunos casos «casi cosméticas» y de «muy dudosa efectividad» para reducir el consumo de gas en un 7%, en lugar de impulsar una acción climática «aún más ambiciosa» y apostar por objetivos de un 15% o más como el resto de la EU.
Ante la crisis climática mundial, del Pozo considera que España «no puede permitirse el lujo de perder el tiempo discutiendo con los gobiernos locales y regionales sobre medidas tan exiguas como regular el horario de las luces de los escaparates».
«Necesitamos medidas urgentes para hacer frente al cambio climático, y los diferentes niveles de gobierno deben actuar para reducir permanentemente la demanda de energĂa y acelerar el cambio a soluciones renovables sostenibles», ha sentenciado.
La organización ha destacado que el real decreto justifica la actuación principal en climatización de espacios, pues considera que es uno de los ámbitos con mayor potencial de ahorro, pero cree que «es desproporcionado cargar la responsabilidad de reducir todo el consumo de gas en hogares y comercios cuando solo representan un 22% del consumo total».
Precisamente, la ONG ha recordado que el 78% del gas en 2020 fue consumido por empresas para generar energĂa elĂ©ctrica y sobre todo para procesos industriales.
El coordinador de campaña de combustible fĂłsiles entiende que los umbrales de temperatura de calefacciĂłn a 19 grados y refrigeraciĂłn a 27 grados «permiten disminuir las pĂ©rdidas de energĂa en edificios pĂşblicos y lugares de trabajo«.
«Pero estas limitaciones nos plantean dudas respecto al acceso universal a la energĂa. La pobreza energĂ©tica se define, segĂşn la OrganizaciĂłn Mundial de la Salud, como la incapacidad de mantener la vivienda en unas condiciones de climatizaciĂłn adecuadas para la salud de entre 18 y 21ÂşC en invierno y 25ÂşC en verano. Creemos que es necesario establecer los lĂmites tĂ©rmicos en funciĂłn del sector y el uso del edificio para no limitar el acceso a un derecho básico como es la energĂa», ha dicho del Pozo.
Asimismo, Greenpeace indica que el real decreto impone la instalación de puertas con cierre automático en los edificios y locales con acceso a la calle. Para la ONG es una medida «necesaria, pero insuficiente».
Aunque la organizaciĂłn considera «útil» que la ley obligue a que el alumbrado de escaparates y edificios pĂşblicos sea apagado a las 22.00 horas, apunta que si realmente se quieren reducir la iluminaciĂłn innecesaria «es preciso dialogar con los municipios para que establezcan medidas de reducciĂłn de iluminaciĂłn en monumentos, calles sin tránsito, que se prioricen eventos culturales y deportivos que se pueden hacer de dĂa o se limiten las luces decorativas como las de Navidad».
«Este real decreto es una versiĂłn demasiado light del que harĂa falta para aspirar a reducir sustancialmente el consumo de gas y además se contradice con las pretensiones del Gobierno de incrementar las infraestructuras de gas en España y con el absurdo plan de constituirse en un ‘hub’ de gas, ignorando la realidad de la emergencia climática. Sabemos que el gas es un problema y el Ăşnico camino adelante está en las renovables, la eficiencia y el ahorro energĂ©tico», ha concluido del Pozo.