Arrasa en EspaƱa la novela negra mexicana titulada ‘Delirio’

En apenas unas semanas desde su publicaciĆ³n, Delirio, Ć³pera prima de la escritora mexicana Natalia M. Alcalde, ha logrado situarse entre las novelas de gĆ©nero negro que mĆ”s asombro y fascinaciĆ³n estĆ”n causando entre los amantes del noir.

Centrada en tres personajes (Renata, Kika y Juanjo), la obra relata un asesinato acaecido en la ciudad de Guanajuato, concretamente en el Hotel Delirio.

El lector se sumerge en una espiral de premoniciones y abusos marcados por un ritmo diligente y una pronunciada originalidad en la narraciĆ³n ā€”que utiliza magistralmente saltos en el tiempoā€” logrando asĆ­ definir las circunstancias especiales de un paĆ­s herido por la corrupciĆ³n sistemĆ”tica en todos sus estratos.

La hipocresĆ­a y los prejuicios sociales, la deshonestidad policial y polĆ­tica, el sensacionalismo de los medios de comunicaciĆ³n y un sistema judicial podrido estĆ”n presentes en cada pĆ”gina de Delirio (editorial Cuadernos del Laberinto).

La autora, Natalia M. Alcalde, ha trasladado su residencia a Madrid y, actualmente, ocupa un puesto en el equipo de la FundaciĆ³n Juan March. Llama la atenciĆ³n su aspecto dulce e inocente en contraste con la dureza y madurez de su narrativa. Natalia, nacida en 1992 en MĆ©xico, licenciada en Lenguas Modernas y GestiĆ³n Cultural, ha trabajado en compaƱƭas tan icĆ³nicas como la InstituciĆ³n Libre de EnseƱanza o Le Gallerie degli Uffizi, en Florencia. En la siguiente conversaciĆ³n comienza charlando sobre temas triviales, como que echa de menos la gastronomĆ­a de su paĆ­s; pero tambiĆ©n reconoce la fascinaciĆ³n por EspaƱa, sobre todo por Madrid que ā€”a diferencia de lo que comĆŗnmente ocurre en las ciudades latinoamericanasā€” aquĆ­, en Europa, el urbanismo favorece la vida entre los edificios, es decir la vida callejera. Natalia afirma que el urbanismo y la participaciĆ³n ciudadana en actividades culturales van de la mano y recomienda el libro de Jan Gehl, La humanizaciĆ³n del espacio urbano, que trata este asunto.

Natalia ante todo se considera escritora, es algo que va implƭcito con ella y que ya forma parte de su carƔcter, de su propia personalidad. El Ʃxito de Deliro llega para descubrir la singularidad y fortaleza de la narrativa mexicana joven que se abre camino en Europa.

ā€”Es cierto que por su propia idiosincrasia MĆ©xico engendra una novela negra diferente al resto, pero ĀæcĆ³mo cree que se va a interpretar allĆ­, en su propio paĆ­s, esta novela que conlleva una crĆ­tica a su sistema polĆ­tico y judicial?

ā€”Es la situaciĆ³n de violencia, de impunidad y de corrupciĆ³n que se vive en MĆ©xico lo que da pie a que la novela negra mexicana sea tan caracterĆ­stica. Como mexicanos reconocemos que la justicia en nuestro paĆ­s es una simulaciĆ³n, una cortina de humo encargada de buscar chivos expiatorios para darle un poco de sosiego a la ciudadanĆ­a. A diferencia de lo que suele ocurrir en el resto del mundo, allĆ­ el sistema respalda el empuje del criminalā€¦Ā 

No es que yo estĆ© descubriendo el hilo negro, o que estĆ© diciendo o denunciando algo que nadie haya manifestado antes, todo lo contrario, somos muy conscientes de la realidad de nuestro paĆ­s, por eso las novelas negras de MĆ©xico son tan brutales. Estamos acostumbrados a la denuncia y a la crĆ­tica en el arte, y hay narraciones muy duras que pasan a la lista de los mĆ”s vendidos del paĆ­s; pienso, por ejemplo, en las novelas de Ɖlmer Mendoza o de Guillermo Arriaga, que son tremendas. Hace poco tambiĆ©n leĆ­ PĆ”radais, de Fernanda Melchor, en solo ciento cincuenta pĆ”ginas te pone los pelos de punta.Ā 

Para comprender mejor la situaciĆ³n que atraviesa mi paĆ­s, recomiendo mucho el documental La libertad del diablo, de Everardo GonzĆ”lez, aunque advierto que es muy duro, hay que tener mucho estĆ³mago para verlo.Ā 

Pero no lo puedo negar, la recepciĆ³n del pĆŗblico asusta, aun asĆ­, tengo muchas ganas de que la novela llegue a MĆ©xico.Ā 

ā€”Delirio recorre los negros, casi sucios, cauces del hardboiled. Suponemos que son muchos los que le han preguntado quĆ© es este subgĆ©nero de novela negra. ĀæPuede definirlo?

ā€”En espaƱol la palabra hardboiled, significa Ā«hervido hasta endurecerĀ», o sea, como un huevo duro. Y tiene su lĆ³gicaā€¦ es que estamos hablando de uno de los gĆ©neros literarios mĆ”s duros de todos.Ā 

El hardboiled difiere del thriller o del gĆ©nero policĆ­aco en que el foco de atenciĆ³n no estĆ” en descubrir quiĆ©n ha sido el culpable. AquĆ­ no hay detectives heroicos capaces de desentraƱar con su lĆ³gica los pasos del asesino, todo lo contrario. Por lo general, en el hardboiled clĆ”sico, el detective no suele ser ese Sherlock Holmes superdotado, sino un ser de moral dudosa, alguien daƱado que se involucra emocionalmente con el crimen en cuestiĆ³n. Si no han visto la pelĆ­cula InvestigaciĆ³n de un ciudadano libre de sospecha, de Elio Petri, se la recomiendo mucho porque demarca muy bien esto.Ā 

Por otro lado, la novela policĆ­aca se enfoca en resolver el misterio y suele cerrarle las puertas al resto del mundo. Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie, todo se desenvuelve dentro del tren y el encargado de resolver el crimen no tiene que vagar por calles sucias o explorar los rincones marginados de su ciudad porque tiene a todos los sospechosos en ese mismo tren. Entonces el contexto social no es tan importante. En el hardboiled el contexto social juega un papel central. AquĆ­, buscamos encontrar los huecos que existen en el tejido social, denunciar la corrupciĆ³n y la desigualdad, dar protagonismo a los oprimidos, concebir los impulsos mĆ”s oscuros del ser humano, rascar hasta dar con los procesos psicolĆ³gicos que pueden impulsar a una persona a cometer actos terriblemente violentos. En fin, es la ficciĆ³n de los antihĆ©roesā€¦

Aparte, en estilo, el gĆ©nero suele ser muy rĆ”pido y cĆ­nico, algo que se percibe en los diĆ”logos, que son crudos, coloquialesā€¦

De hecho, el gĆ©nero empezĆ³ siendo publicado en las pulp magazines de Estados Unidos a mediados de los aƱos 20; eran gacetillas callejeras, baratas, el papel era de baja calidad. Y las ilustraciones de estas revistas eran una joya, muy kitsch. De hecho, en la novela la trastornada decoraciĆ³n del hotel, de Delirio, es todo eso: es un tributo a la cultura pulp, a todo lo kitsch y lo camp, que acompaƱa al nacimiento de este gĆ©nero literario.Ā 

ā€”Es obvio que en Delirio la identidad sexual ā€”encauzada mediante Kikaā€”Ā tiene un papel fundamental; sin embargo, usted logra evitar que la novela se convierta en un manifiesto reivindicativo. ĀæCĆ³mo logrĆ³ este equilibrio?

ā€”La verdad es que es muy difĆ­cil explicar de dĆ³nde vienen los personajes: se me aparecen y ya estĆ”.Ā 

En el caso de Delirio, los primeros que se me ā€œaparecieronā€ fueron Kika y Juanjo, ellos, asĆ­, tal y como son. DediquĆ© un tiempo a conocerlos, preguntarles quiĆ©nes eran y quĆ© era lo que querĆ­an contar. Pero ya cuando empecĆ© a escribir la novela me di cuenta del lĆ­o en el que me estaba metiendo. ĀæConstruir a un personaje trans desde mi completa ignorancia? PensĆ©, incluso, en cambiar su identidad de gĆ©nero, pero no pude, porque Kika ya habĆ­a llegado, y ella era asĆ­.Ā 

ConstruĆ­ a un personaje, a un narrador, que contara la historia como espectador, y asĆ­ surgiĆ³ Renata, que, si te digo la verdad, naciĆ³ como un recurso literario para hacerme las cosas mĆ”s fĆ”ciles.Ā 

Renata y Kika vivieron juntas durante sus aƱos de universidad y se convirtieron en grandes amigas. Por eso, Renata conoce muy bien a Kika y, como narradora, no la reduce a su identidad de gĆ©nero. En Delirio, la historia de Kika no gira en torno a su identidad, es mucho mĆ”s extensa que eso. Kika es una persona, con toda la complejidad que esto implica. Al escribirla luchĆ© por no enclaustrarla entre los mĆ”rgenes de un estereotipo literario o entre las barreras del gĆ©nero. Ella estĆ” llena de matices, de deseos, es humana, tiene muchas tonalidades, expectativas, inseguridades, mĆ”scaras, carencias, talentos y anhelos, como todos nosotros.Ā 

ā€”Una parte clave de Delirio es lo concerniente a los poderes psĆ­quicos de su protagonista, Renata, que son el origen de todo el conflicto y el cauce por el que la trama nos lleva al asesinato. ĀæCĆ³mo logra imbuir esta especie de ā€œrealismo mĆ”gicoā€ en una obraĀ hardboiled?

ā€”Aunque Delirio tenga el objetivo de denunciar una realidad (la de MĆ©xico), es una obra literaria de ficciĆ³n, y en la literatura todo es posible. Como creadora, no pienso en el gĆ©nero cuando estoy escribiendo, no busco cumplir con los requisitos que impone tal o cual gĆ©nero, porque creo que eso resta posibilidad a la imaginaciĆ³n. Me lancĆ© a escribir Delirio sabiendo cuĆ”l era la trama, quĆ© era lo que iba a pasar y quiĆ©nes eran los personajes. Me permitĆ­ conjeturar con total libertad sin pensar que la obra resultarĆ­a una novela negra hardboiled, esa es una clasificaciĆ³n que descubrĆ­ ya con el primer manuscrito terminado.Ā 

La novela se cuenta desde la perspectiva de Renata, y para ella, los sueƱos premonitorios son un factor que ha formado parte de su vida desde que era niƱa. Siendo ella la narradora, esas habilidades se vuelven tan reales como el resto de los elementos en la trama y ella lo cuenta asĆ­, como una parte muy importante de su vida y, por ende, algo real. ĀæY por quĆ© no? Cuando leemos una obra de ficciĆ³n suspendemos nuestra incredulidad para entrar en un mundo nuevo, desconocido, que fue inventado por el autor, y nos lo creemos, nos enamoramos de los personajes, lloramos y reĆ­mos con ellos. Si en la ficciĆ³n todo es posible, Āæpor quĆ© no atrevernos a romper con los contratos que imponen los gĆ©neros?Ā 

Por otro lado, encuentro mucha valĆ­a en el pensamiento mĆ”gico, y no lo veo como algo peligroso o negativo, sino como algo natural, es una parte inseparable de nuestra naturaleza. ĀæQuĆ© puedo decir? Me atrae el misterio, lo inexplicable, lo desconocido, leo el tarot, me gustan los libros de terror, estudiar sobre ocultismo y cosillas asĆ­ā€¦ muy probablemente seguirĆ© sobre la misma lĆ­nea, creo que sin elementos mĆ”gicos mis libros no serĆ­an tan mĆ­os.

63a3ec4eecbe7 Moncloa