El PPC, Partido Popular en Cataluña, ha otorgado la alcaldía de Calonge a JxCat, la formación liderada por Carles Puigdemont, huido de la justicia y con residencia en Bélgica por su implicación en el referéndum ilegal del 1-O. Los ‘populares’ han asegurado por activa y por pasiva que no harían alcalde a ningún independentista, al menos fue el argumentario esgrimido a la hora de regalar el Ayuntamiento de Barcelona a los socialistas de Jaume Collboni.
No obstante, una cosa es Barcelona y otra los municipios que escapan a la mayoría de los ciudadanos, como una ciudad dormitorio de 12.000 habitantes en plena Costa Brava catalana. En estas elecciones municipales, los populares tienen a Alberto Mas Vilá como único concejal en este municipio separado a tan sólo tres kilómetros de Palamós.
Mas Vilá, que se declara un orgulloso padre y marido, muestra en sus redes sociales su preferencia por un cambio en el Gobierno de España, con Alberto Núñez Feijóo como presidente. A este concejal no le tiembla el pulso a la hora de tildar de «error» de Vox el desacuerdo en Extremadura, mientras los de Santiago Abascal podrán acabar con la dictadura lingüística en Valencia y Baleares con el PP. Mientras tanto, ‘retuitea’ en la red del pájaro azul la dura entrevista de Carlos Alsina a Pedro Sánchez.
PUIGDEMONT GOBERNARÁ JUNTO A PALAMÓS GRACIAS AL PP DE ALBERTO MAS
Sin embargo, una cosa es la actitud en las redes sociales y otra muy distinta el acto en el Ayuntamiento. Mas Vilá no sólo ha entregado la Alcaldía de este municipio cercano a Palamós y apenas a unas decenas de kilómetros de Girona a Puigdemont, sino que ha pactado el acuerdo también con los socialistas, los mismos que negaron a Xavier Trias ser alcalde de Barcelona porque su independentismo exacerbado.
No hay declaraciones de Mas Vilá para justificar este bochornoso acuerdo, más cuando apoya sin ambages la campaña electoral de la candidata ‘popular’ por Girona, Concepció Veray Cama, para los comicios del próximo 23 de julio. La cabeza de lista de la circunscripción de Girona se ha posicionado en contra del separatismo y es una de las voces más respetadas dentro del constitucionalismo en la región, más después de la extinción de Ciudadanos, que ha perdido toda la fuerza obtenida en las urnas durante la última década.
El peso de Alberto Mas dentro de la formación ‘popular’, presidida en Girona por Jaume Veray, hermano de la candidata del PP al Congreso, es elevado dentro del organigrama del partido. Su puesto como vicesecretario de Organización es el tercero más elevado en todo el estamento ‘popular’ de la provincia, por encima incluso de Concepció Veray, cuyo puesto es el de «vocal» junto a otros 16 miembros del PP en la zona.
LOS HERMANOS VERAY CAMA GOBIERNAN AL PPC EN GIRONA
Los hermanos Veray Cama controlan todo lo que se cuece en Girona y tienen o han tenido ojos y oídos en todas las instancias de renombre, desde el Ayuntamiento hasta incluso la subdelegación del Gobierno durante la época del PP de Mariano Rajoy.
Por aquel entonces, los también hermanos Jorge y Alberto Fernández Díaz, el primero como ministro de Interior y el segundo como el hombre en la sombra del PP en Barcelona, controlaban todo lo que sucedía en la Ciudad Condal y la provincia, sin importar presiones y cambios forzosos para quitar de enmedio a quienes no eran de su agrado o bien no les bailaban el agua.
lejos de dar la estocada a los independentistas se prefiere pactar con los de Puigdemont
El poder territorial en Cataluña está cada vez más alejado de Alejandro Fernández, una víctima de una lucha incansable por el control total del PP en Cataluña. Las voces disonantes y críticas entre los ‘populares’ consideran que Manu Reyes «acabará haciéndole la cama» a Fernández en el Parlament de cara a nuevos comicios en Cataluña, los cuales podrían convocarse más temprano que tarde, en otoño, debido a la debacle de ERC en estas municipales y el enfrentamiento con JxCat, que ha terminado por dividir completamente al independentismo.
EL PPC DE CALONGE EVITA DAR LA ESTOCADA A PUIGDEMONT CON UN NUEVO PACTO CON EL PSC
Pero en Girona, lejos de dar la estocada a los independentistas se prefiere pactar con los de Puigdemont, los ganadores de las últimas elecciones, y con el apoyo de dos partidos denominados constitucionalistas por la mayoría de medios.
No obstante, el PSC continúa siendo la muleta, el colaborador necesario, para que el independentismo lejos de agonizar pueda levantarse del suelo. Los ‘populares’ de Calonge, por su parte, hacen también lo propio, tender la mano a una formación de la que reniegan por haber puesto en jaque la democracia en España.
Con estos actos, parece más normal ahora que los candidatos del PPC quieran esconder aún más sus siglas. No sólo reniegan así del partido, sino también de su propia ideología. Y es que, no se puede estar en misa y repicando. No se puede posicionar uno a favor de los pactos con Vox y pactar al mismo tiempo con el separatismo más recalcitrante. No se puede pedir el voto por la unidad de España y al mismo tiempo ofrecer el máximo trono a quien pretende romperla desde las instituciones. Para este viaje no hacían falta tantas alforjas.
Quizá por ello Xavier García-Albiol, alcalde del PPC en Badalona, haya preferido ser ese verso suelto y fuera de toda disputa de poder por el poder. Sin nada más que su eslogan, «badalonisme», ha sido capaz de aunar el voto perdido por los ‘populares’ y de los propios independentistas que le despojaron del cargo con una bochornosa moción de censura. García-Albiol lo tenía claro desde hace años. Con estas siglas y tantas contradicciones es imposible convencer a los votantes. Sin siglas, pero las mismas convicciones, los resultados afloran. En Girona y especialmente en Calonge deberían tomar nota.