El PSC se desmarca ahora del pacto con Junts para gobernar la ciudad de Barcelona y delega toda la responsabilidad en Jaume Collboni, actual alcalde de la Ciudad Condal. No obstante, esta era una de las exigencias pedidas por Carles Puigdemont para dar su apoyo a la investidura de Pedro SƔnchez, como ha cumplido el PSOE en su pacto oculto con Bildu con la entrega de Pamplona, aunque se estƔ a la espera de conceder los indultos a terroristas de ETA.
Este nuevo cumplimiento del PSC en su pacto con Junts se iniciĆ³ en un reservado en el hotel Alma, el mismo en el que Daniel Sirera conociĆ³ a Josep Rius, concejal y persona de confianzade Puigdemont, junto a Albert Batet, presidente de Junts en el Parlament. El PSC, no obstante, evita hablar y explicar el asunto.
El PSC estĆ” en Ā«conversaciones avanzadas en general con todos los gruposĀ», ha asegurado AlĆcia Romero, portavoz del PSC en el Parlament. Eso sĆ, los socialistas liderados por Salvador Illa esperan que el acuerdo con Junts y Puigdemont Ā«llegue a buen puerto con un gobierno estable y mayoritario en BarcelonaĀ». Sin embargo, apostilla que dependerĆ” de la decisiĆ³n de Jaume Collboni.
EL PSC DE COLLBONI CAMBIA AHORA DE OPINIĆN
Ā«Barcelona no merece ni un alcalde dĆ©bil ni un frente de ningĆŗn tipo.Ā No podemos perder mĆ”s tiempo ni mĆ”s oportunidadesĀ», afirmĆ³ Collboni en campaƱa. Todo con el fin de aplicar un programa de Ā«cambio, progreso y no independentismoĀ». No obstante y a las puertas de unas nuevas elecciones en CataluƱa, Collboni sĆ hablĆ³ con Josep Rius y Xavier Trias para pactar su entrada de Junts en el gobierno municipal.
De hecho, el PPC permitiĆ³ dar la AlcaldĆa a Collboni con el fin de evitar la llegada de Xavier Trias, un pacto que se fraguĆ³ ‘in extremis’ y que se anunciĆ³ poco antes del pleno. Trias despotricĆ³ de todo y todos con su conocida frase: Ā«Qui us bombin a tots
Ā», una forma suave de mandar todo a tomar viento. De hecho, a raĆz de ese pacto, el propio Trias anunciĆ³ que se retirarĆa de la polĆtica antes de noviembre. Pero no lo hizo.
El resultado de las elecciones generales le hizo cambiar de opiniĆ³n a quien fue el terror de Ada Colau y se exigiĆ³ a Collboni dar cabida a Junts en Barcelona. Los socialistas no lo negaban, pero dejaban clara su lĆnea de actuaciĆ³n. No obstante, en los Ćŗltimos dĆas se han dado pasos agigantados, especialmente en la Ćŗltima reuniĆ³n en uno los reservados del hotel Alma, un cĆ©ntrico establecimiento, pero al mismo tiempo discreto, como ha transcurrido la negociaciĆ³n.
COLLBONI DARĆ ENTRADA AL ARCHIENEMIGO DE COLAU
En esa reuniĆ³n se sentaron las bases para el reparto de las sillas entre el PSC y la marca de Junts, ‘Trias per Barcelona’. Presupuestos, programa y organigrama fueron los puntos que se estĆ”n negociando, tal y como ha adelantado Tot Barcelona. El encuentro entre PSC y Junts no se centrĆ³ en una conversaciĆ³n informal, como sĆ lo fue entre Sirera, Batet y Rius, sino que se centrĆ³ en un autĆ©ntico plan para dar y ceder asientos en el gobierno municipal.
AsĆ en este intercambio de sillones, DamiĆ Calvet, exconsejero y expresidente del Puerto de Barcelona, serĆa el primer teniente de alcalde de Collboni. Junto a Calvet tambiĆ©n entrarĆa la exconsejera de la Generalitat Neus MuntĆ© y el histĆ³rico Jordi MartĆ Galbis junto a VictĆ²ria Alsina. Todos ellos, los principales espadas de Xavier Trias, que se retirarĆ” una vez concluidas las negociaciones.
Tanto el PSC como Junts quieren transformar la ciudad de nuevo, pese a que los socialistas de la mano de Collboni permitieron el hundimiento de la Ciudad Condal. Eso sĆ, ya no necesitarĆ”n ni los cuatro concejales del PPC ni tampoco a ERC y Colau para sacar adelante las propuestas. Entre los dos alcanzan la mayorĆa absoluta por la mĆnima, pero mayorĆa al fin y al cabo, siguiendo asĆ el nuevo postulado del PSOE: hacer de la necesidad virtud.
EL PSC Y SU REUNIĆN PARA REPARTIRSE EL PODER
Collboni fue designado alcalde con un pacto gestado entre GĆ©nova 13 y Ferraz, pero todo quedaba a expensas de Colau. Por su parte, Xavier Trias y Ernest Maragall (ERC) firmaron su acuerdo, convencidos de que Colau no iba a dar marcha atrĆ”s. Una hora antes del pleno, Collboni se presentĆ³ sonriente, sabedor de que serĆa nuevo alcalde tras recular y romper con Barcelona en ComĆŗ Podem, cuyo equipo estĆ” integrado en Sumar, quien a su vez cubre la presidencia de Pedro SĆ”nchez.
Esta nueva maniobra deja en mal lugar a Colau y el PSC permite una mayor caĆda de cara a las prĆ³ximas autonĆ³micas. La estrategia era clara en el PSC: ningĆŗn independentista podĆa gobernar Barcelona, incluso si conllevaba la prĆ³rroga de los Presupuestos.
El pacto, ademĆ”s, se darĆ” a conocer una vez aprobada la amnistĆa, que serĆ” lo antes posible, siempre y cuando el PSOE acceda a volver a cambiar la Ley de Enjuciamiento Civil en apenas un mes. Para ello, Junts y ERC han presentado sus propuestas para evitar que se apruebe la medida que dejarĆa libre de cargos a Puigdemont, mientras el PSOE trabaja contrarreloj para esquivar el fĆ©rreo marcaje al que estĆ” sometido por Bruselas y el resto de la oposiciĆ³n.
Con esta maniobra, ademĆ”s, el PSOE y el PSC romperĆan la unidad para defender al Estado de Derecho, al avalar y blanquear a Puigdemont, como ha tratado de hacer Santos CerdĆ”n desde marzo de este mismo aƱo, mientras el equipo de SĆ”nchez negaba cualquier acuerdo con los separatistas. Eso sĆ, la amenaza de Junts es una constante y muestra la debilidad y soledad de Pedro SĆ”nchez, quien vela mĆ”s por los movimientos de los independentistas que por los suyos propios.