Una de las extrañas modas que puebla el basto mundo de Internet y las redes es el de los atracones imposibles. Desde hace años ven la luz en YouTube decenas de vÃdeos en los que valientes comensales comen locas cuantÃas de alimentos que, encima, no son del todo saludables. Se trata de los retos de comida o food challenges, que reúnen a millones de espectadores al otro lado de la pantalla. La última ocurrencia, la de una chica que se come en menos de cuatro minutos un bote entero de Nutella.
La joven que se come el enorme tarro de Nutella es Nela Zisser, neozelandesa que además de modelo es, según su página de Wikipedia, una «comedora competitiva». El diario británico The Sun compartió un vÃdeo este sábado en el que la vemos comiendo ese gran bote.
Sin embargo, tiene su propio canal de YouTube y en él la podemos ver tragándose dos kilos de Nutella, con diez mil calorÃas en total, sin pestañear. Se embarca en otras aventuras como comerse 20 sándwiches de queso fundido o hincarse un desayuno inglés de 10.000 calorÃas. El morbo de ver a una persona metiéndose en el cuerpo tal ingente cantidad de azúcares y grasas congrega a miles de curiosos.
En España abundan los canales que realizan este tipo de contenido. Nil Ojeda, por ejemplo, sube en 2019 un vÃdeo en el que se come, junto a un amigo, 20 hamburguesas de McDonald’s en un minuto. El andaluz Esttik es otro referente de este ámbito. Aprovechando su alta capacidad fÃsica, facilitada por un estilo de vida marcado por el ejercicio y el desarrollo muscular, sube vÃdeos engullendo 100 tacos en 10 minutos, tragando 4,5 kilos de ramen en menos de 30 minutos o tirando al estómago más de 8.000 calorÃas de McDonald’s.
RECETAS TAMAÑO DINOSAURIO
La gastronomÃa encuentra su hueco en la red viral de curiosas maneras. Además de los retos basados en engullir, otros creadores de contenido se lanzan a crear recetas de comida gigante. En YouTube encontramos fácilmente vÃdeos como el de ‘La Cocina del Pirata’, en el que un hombre cocina un «Big Mac de 5 kilos estilo McDonald’s». Platos gigantes que dejan a uno boquiabierto, hambriento o hastiado, pero nunca indiferente.