El caso Dina amenaza con romper un Ejecutivo de coalición. Si el vicepresidente del Gobierno y lÃder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, cae imputado por el Tribunal Supremo, lo hará por delitos menores, una realidad que hace rabiar a todos en el partido porque no entienden que por ese detalle tenga que dimitir un vicepresidente y poner patas arriba lo que tanto le ha costado a la formación morada, entrar en el Gobierno. Aún asÃ, saben que si el Supremo imputa a Iglesias, el partido sufrirá uno de los mayores ataques motivados por una nutrida hemeroteca. Pero insiste: Iglesias no dimitirá pase lo que pase.
Los delitos por los que se pide imputar a Iglesias son revelación de secretos y/o daños informáticos. Vamos, que o bien se le investiga por haber destruido presuntamente una tarjeta de memoria con contenido privado de una de sus exasesoras o por haber desvelado secretos. Delitos que desde la formación morada entienden que son menores y absurdos (además de que insisten en que Iglesias no los cometió) y no ven motivos para que el vicepresidente tenga que dimitir de un cargo de tal responsabilidad por esas minucias.
El problema es la hemeroteca y el qué dirán, no hay polÃtico de la oposición con el que te sientes a comentar la jugada y te recuerde lo que habrÃa hecho Iglesias en caso de que un vicepresidente del Gobierno del PP fuera imputado por exactamente los mismos delitos. Ellos se dan por respondidos, pero para su desgracia, Iglesias no tiene ninguna intención de dimitir ni aunque le impuden desde el Tribunal Supremo. Si lo hacen, aguantará la lluvia de crÃticas y los miles de vÃdeos que saldrán de su pasado, pero ya está acostumbrado. Mientras, será vicepresidente y seguirá viajando en coche oficial.
Hacer caer a Iglesias supone un duro trabajo para quienes no soportan verle en el poder. Imputaciones, juicios, pilladas en vÃdeos incumpliendo las normas de seguridad… todo ha sido inútil para tumbarle. Y ahora que habÃa una gran esperanza para la oposición, que era la petición al Tribunal Supremo por parte del magistrado de la Audiencia Nacional Manuel GarcÃa Castellón de que le imputaran en el caso Dina (se tiene que hacer asà porque por su condición de diputado está aforado), Podemos vuelve a aguarles la fiesta.
Unidas Podemos tiene clarÃsimo que acabará esta legislatura independientemente de los problemas judiciales de Iglesias. Si es imputado por esos delitos que ellos consideran «absurdos», no dejará su cargo y la formación morada podrá disfrutar de su lÃder al menos hasta 2023, que se celebren las elecciones generales.
La oposición insiste en que no se trata de la gravedad de los delitos, sino de la imputación en sÃ. «Apertura de juicio oral, dimisión», decÃa Iglesias en un debate electoral antes de las elecciones de abril de 2019. Y ahora, que está en esa posibilidad, el vicepresidente del Gobierno y lÃder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, dice que él no dimitirá pase lo que pase porque es una estrategia de quienes sean para apartar a Podemos del Gobierno. Lawfare, repiten.
A su vez, Podemos ha esbozado una interesante estrategia en caso de que su lÃder sea imputado. No es original y ya la han repetido hasta la saciedad, pero parece que se sienten amparados y protegidos al gritar que la justicia no es igual para todos y que están utilizando las instituciones judiciales para tumbar a Podemos porque no quieren que Iglesias esté en el poder.
La idea es que todos salgan a denunciar la tropelÃa que supondrÃa la imputación de Iglesias y que tapen las fugas con una reacción conjunta y que ataque directamente a la justicia española por haber dado pábulo a las consideraciones de GarcÃa Castellón. Lawfare hasta en la sopa para ocultar que por coherencia ideológica Iglesias deberÃa dimitir.