Pediatras muestran su preocupación por la salud de los niños que no han acudido al hospital durante la pandemia

Pediatras de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de Ibiza han mostrado su preocupación por la salud de los niños que no han acudido a un hospital durante los meses de mayor incidencia del nuevo coronavirus en España, a pesar de haber presentado síntomas patológicos.

Así, han asegurado a todos aquellos padres que aún se muestran reticentes que acudir a consulta es seguro y que hay circunstancias y síntomas que requieren atención sin demora. Y es que, la atención presencial se ha recuperado casi en su totalidad.

«Las consultas telefónicas han disminuido y eso es señal de que se está perdiendo el miedo, si bien aún los padres están indecisos, no saben si salir de casa o no para llevar a su hijo al médico», ha dicho el pediatra del Grupo Policlínica, Andreas Palberg.

En este sentido, el experto ha analizado cómo ha influido el coronavirus en la atención y salud de los menores. «Al principio, no hubo mucha información de la Sociedad Española de Pediatría, la situación estaba un poco en el limbo y había miedo. No fue hasta el mes de abril cuando la SEP se reunió y confirmó que las vacunas se debían mantener con obligatoriedad hasta los 15 meses, sin retrasar su aplicación. Y es que en opinión del pediatra, no ganamos nada con tener a los niños limpios de coronavirus pero que dentro de 6 meses aparezca sarampión, rubéola o tosferina», ha argumentado.

El hecho de que empezara a haber más información contribuyó positivamente, a su juicio, a que se comenzaran a retomar revisiones aplazadas y a reanudar programas de vacunación. Por ello, ha insistido en que tanto revisiones de salud como vacunas se deben hacer tal y como están pautadas, sin retrasar la asistencia a la consulta.

«En el momento más crítico de la crisis se retrasó el diagnóstico de algunas patologías, como apendicitis, enfermedades crónicas sin tratar. Algunos diagnósticos llegaron demasiado tarde por el miedo al contagio, y esto no debemos hacerlo. Hay que pensar que algunos niños tienen enfermedades crónicas que necesitan controles periódicos, no se deben retrasar las visitas. Ahora mismo no recomendamos tampoco retrasar ninguna vacuna», ha apostillado el pediatra del Grupo Policlínica.

Dicho esto, ha explicado que si hay un pico de fiebre se puede solventar en casa con paracetamol o ibuprofeno, pero si la fiebre es alta y persiste durante más de dos días deberían acudir a Urgencias o a la consulta de Pediatría, también en caso de niños que inician un cuadro de dificultad respiratoria o ante indicios de un cuadro de gastroenteritis importante.

«Cuando hablamos de bebés menores de dos meses conviene acudir directamente a consultas de Pediatría o a Urgencias, porque la fiebre puede ser señal de alguna patología», ha apostillado.

Por el contrario, una de las consecuencias ‘positivas’ del confinamiento y la suspensión de toda la actividad educativa ha sido la reducción significativa de patologías típicas infantiles como resfriados, gastroenteritis, o diarreas.

«Cuando no hay guarderías hay menos contacto entre los niños y, por tanto, hay menos contagios y se reducen estas enfermedades significativamente. Además, tampoco ha aumentado la población infantil debido al turismo, algo que otros años hacía que no bajasen mucho las habituales patologías infantiles, pero este año es atípico», ha zanjado Palberg.