Covid-19: por qué los españoles nos infectamos tanto con tantas medidas

Tras la desescalada y la llegada del verano parecía que la pandemia estaba controlada. Había esperanzas de que la «nueva normalidad» trajera relax vacacional y de paso recuperación del sector turístico. Pero duró poco y los rebrotes han ido surgiendo y aumentando de forma exponencial hasta llegar ahora a un punto donde nadie ya duda ni maquilla que estamos ante una segunda ola de la Covid-19.

Sin embargo, España fue de los países con un confinamiento más duro, y ahora también de los que más restricciones tiene y más medidas se han tomado. Pero desde el principio hemos sido el país europeo con diferencia con más casos y mayor porcentaje de contagio por cien mil habitantes. El mapa de incidencia de España en comparación con el resto de Europa es dantesco. ¿Cómo es posible que siendo líderes o casi en el uso de mascarilla, higiene o distancia física nos contagiemos tanto? ¿Acaso es la irresponsabilidad de la población la explicación al fenómeno?

¿Los españoles culpables?

Si fuera así, supondría que los españoles respetamos mucho menos las medidas de seguridad que otros países. Diariamente, asistimos a imágenes y testimonios de incumplimiento de normas, cuando no de desafío a la autoridad. No digamos ya la cada vez más extendida, aunque minoritaria, corriente negacionista del Covid-19. Quizá es el motivo que como vemos en este gráfico España arrase negativamente y se empiece a parecer a la curva de marzo.

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Pero aún así, si seguimos consultando gráficos acerca de las medidas preventivas, no deberíamos encontrarnos en esta situación. Los datos son reveladores: España es el segundo país del mundo tras Singapur con mayor porcentaje de personas que utiliza las mascarillas en lugares públicos (un 89%), según el Imperial College London. Es el quinto país donde más evita la población los lugares concurridos y se respeta la distancia física, sólo superados por países asiáticos como Filipinas o Malasia. También, tras países de Asia como Hong Kong, Indonesia y Singapur, somos el cuarto país del mundo donde la población ha incrementado más su higiene personal. Todo esto según el mismo estudio.

¿La clave son los test?

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Muchos han alegado que al hacerse más test se identifican más casos, por lo que no tiene por qué significar que ahora hay más contagios, sino que se detectan más. Sin embargo, una vez las cifras parecen desmentirlo, porque seguimos siendo de los países donde menos test se hacen. Más bien estaríamos como en la primera oleada, que sólo un porcentaje mínimo se detecta.

Para saber si un país hace muchos test, no hay que fijarse en la cantidad de PCRs por cada cien mil habitantes sino por cada caso, y ahí también España está a la cola.

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En definitiva, no sólo nos infectamos más con las medidas más restrictivas entre el conjunto mundial, sino que se nos escapan muchos infectados por la escasez de test.

Conclusión

Por tanto, quizá la respuesta esté, al margen de una gestión más o menos eficaz, en nuestra responsabilidad y en la relajación ante tanta medida. Un baremo interesante sería compararnos con países de similares costumbres como Italia o Portugal. No sólo estos países tienen una mucha menor incidencia, al menos por ahora, de Covid-19, sino que están ahora entre los países europeos donde más controlada está la pandemia. Es más, están muy por debajo de países en teoría con mayor capacidad y costumbres más encorsetadas como Alemania o Francia. ¿Nos lleva esto a deducir que los culpables somos nosotros?

Para algunos parece que no. Nuestro comportamiento está por encima de la media de nuestros vecinos europeos. Tampoco es porque hagamos más pruebas PCR, como hemos visto. ¿Cuál es entonces la razón de que seamos líderes negativos en Covid-19 de nuevo? Pues una de las explicaciones es una mezcla de los insuficientes y mal coordinados test, los casos importados derivado de es escasez de PCRs y la escasez de rastreadores. Eso sí, se ha descubierto a raíz de un estudio que un porcentaje que oscila entre el 10 y el 15% no hace caso a las recomendaciones de estos profesionales de guardar cuarentena cuando descubren a las personas que estuvieron en contacto con infectados, así como infectados asintomáticos que directamente no se confinan en su domicilio.

En cambio para otros está claro: somos los culpables principales. Las cifras cantan y que por lógica si tenemos tanto o más medidas que el resto de países europeos y hagamos lo que hagamos seguimos disparando los casos, es que no estamos cumpliendo. Como muestra alegan las imágenes diarias de botellones, reuniones familiares descontroladas, negligencias, despistes, cuando no desafío a la autoridad o desobediencia.

El debate está servido mientras los casos aumentan sin control en casi toda España, a pocos días de comenzar la temporada escolar y universitaria.