El ‘informe Veritas’ contra Garzón: el origen de la jaula de grillos en el Consejo de Ministros

  • El informe Veritas realizado entre 1994 y 1995 es el origen de los recelos entre varios ministros.
  • Baltasar Garzón acusó el año pasado a Margarita Robles de estar detrás de este dossier para desacreditarle.
  • La presencia en el Gabinete de Robles, Marlaska y Delgado agrieta el Consejo de Ministros.

Pedro Sánchez diseño su Ejecutivo sin ser consciente de la jaula de grillos judicial que organizaba. La presencia de jueces y fiscales como Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y Dolores Delgado, cercana a Baltasar Garzón, dentro del Consejo de Ministros lo que ha conseguido es tensarlo más de la cuenta. Y el origen de algunos de los males gubernamentales empezó con el ‘informe Veritas’ en los años noventa.

El nuevo presidente del Gobierno reclutó para Defensa a uno de sus escasos apoyos en el PSOE tras su caída al frente de los socialistas, Margarita Robles; a la mano derecha de Baltasar Garzón, Dolores Delgado; y a Fernando Grande-Marlaska, guiño centrista y constitucionalista que junto a Josep Borrell y Nadia Calviño rebajaban la imagen socialista a ojos de los socios parlamentarios.

A Sánchez se le escapaban las guerras subterráneas procedentes de la hermética atmósfera judicial que ahora supuran contra los intereses del Gobierno, sobrepasado por este triángulo equilátero cuyos vértices vigila con minuciosidad Baltasar Garzón, cuyo prestigio queda en entredicho por los audios desvelados por MONCLOA.COM.

EL PRESTIGIO DE GARZÓN ENTRE LAS FUERZAS CONSERVADORAS

Garzón saltó desde su Andalucía natal a la Audiencia Nacional, donde se labró un prestigio entre partidos y medios conservadores por sus investigaciones sobre el crimen de Estado que supuso el GAL. Los argumentos utilizados para lanzar la imagen del juez eran la Operación Nécora, que supuso un duro golpe al narcotráfico gallego pese a que no se incautó ni un solo gramo de droga.

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Fernando Grande-Marlaska no cuenta con buena relación con Garzón. Foto: Flickr

Su forma de instruir siempre fue controvertida, al igual que su imagen, convertida en símbolo para la regeneración del país. Felipe González la supo utilizar tras ficharlo como número 2 para Madrid en su último triunfo electoral de 1993. Garzón, «desactivado» desde Ferraz, se quedó sin el poder pretendido por la decisión de convertir a Belloch en biministro y fue relegado al frente del Plan Nacional de Drogas hasta que dimitió tras unos meses en el cargo.

EL INFORME VERITAS CONTRA GARZÓN

El regreso de Garzón a la carrera judicial tras su dimisión en 1994 provocó que se despertasen recelos desde el Gobierno felipista. Según desveló el juez al programa ‘Salvados’ el año pasado, Robles y Belloch impulsaron una investigación de Villarejo con la intención de contrarrestarle con material personal aliñado por mentiras.

Garzón explicó a Évole que «si lo hicieron fue porque les intimidaría, estaba investigando casos relevantes que afectaban a la seguridad del Estado. Se hicieron muchas cosas contra mí y mi familia, todo al más puro estilo mafioso». En el mismo espacio televisivo, Villarejo confirmó que participó en la etapa inicial del siniestro dossier con datos personales del magistrado y aseguró que lo hizo por encargo de Robles.

Este capítulo todavía colea, tal y como desveló Garzón a La Sexta. El juez afirmó que Robles no le supo dar explicaciones sobre este asunto y cuando Sánchez se puso a confeccionar su Gobierno tras el éxito de la moción de censura, los viejos fantasmas del ‘informe Veritas’ volvieron a aflorar.

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Margarita Robles, enemistada con Garzón desde el escándalo del informe Veritas. Foto: Flickr

La hoy ministra de Defensa, distanciada del otrora juez estrella, creyó tener en la mano la cartera de Interior y empezó a contactar a antiguos colaboradores suyos, como el exdirector general de la Policía Nacional, Ángel Olivares. Pero unas horas de que Sánchez anunciase la composición de su Ejecutivo, Robles se enteró que Justicia iba a recaer en Delgado.

Cualquier gobernante sabe que los titulares de Interior y Justicia tienen que ser uña y carne por la cantidad de asuntos en los que tienen que ir de la mano. Sin embargo, Robles se plantó ante Sánchez argumentando que no se sentía cómoda con Delgado en Justicia.

El presidente del Gobierno tuvo que cambiar su plan inicial sobre la marcha y terminó ofreciendo a Robles la cartera de Defensa con el aliciente de controlar el CNI, provocando la caída de Constantino Méndezquien durante unas horas fue ministro ‘in pectore’ de Defensa-.

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En ese movimiento rápido de piezas, Sánchez se decantó por Grande-Marlaska para Interior como contrapeso al poder de Delgado -y por extensión de Garzón- en Justicia.  Grande-Marlaska nunca se ha llevado bien con el tándem Garzón-Delgado por la guerra de egos en la Audiencia y su complicada relación con ambos cuando Grande-Marlaska sustituyó a Garzón en 2006 de forma provisional al frente del Juzgado Central de Instrucción número 5, pero al menos la sangre nunca ha llegado al río como sí que ocurrió a raíz del ‘informe Veritas’ entre Robles y el exmagistrado inhabilitado.

Tras la vuelta de Garzón a la Audiencia Nacional en 1994, el magistrado mantuvo algunos apoyos en los sectores cercanos al PP por sus actuaciones contra el GAL y ETA. Sin embargo, la izquierda comenzó a aplaudirle cuando se abstuvo ante la recusación de Gómez de Liaño, que fue apartado de la carrera judicial por el caso Sogecable, el intento de quitarle los privilegios a Polanco o la pretensión de venganza del PP contra el influyente editor, según se mire.

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Pero en la izquierda su prestigio no dejaba de afianzarse por su orden de arresto contra el dictador chileno Augusto Pinochet, sus procedimientos contra la dictadura militar argentina, la intentona de exigir responsabilidad por los crímenes del franquismo o su labor contra la financiación irregular del PP con la Gürtel, que le acabaría costando su carrera judicial por grabar conversaciones entre los acusados y sus letrados en la cárcel.

En 2012 el Tribunal Supremo confirmó la condena por prevaricación contra Garzón de «11 años de inhabilitación especial para el cargo de juez o magistrado con pérdida definitiva del cargo que ostenta». En los últimos tiempos el juez estrella ha participado como uno de los rostros más reconocibles de Actúa, nueva formación liderada por el ex coordinador general de IU, Gaspar Llamazares. Pero ahora, tras los audios desvelados por MONCLOA.COM su prestigio queda en entredicho.