Los independentistas vascos se han subido al carro de las exigencias los separatistas catalanes. El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se ha hecho eco de las palabras del vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonés, y ha condicionado su apoyo a la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la liberación de los políticos presos. Aragonés ya avisó hace unas semanas que solo negociarían con el PSOE si el Gobierno amnistía a los líderes del procés. Unas reclamaciones que, hasta el momento, Sánchez ha rechazado de plano.
«Qué quiere hacer? Si nos va a decir que el problema catalán es un problema de convivencia, que todo el límite está en la Constitución y que fuera de la Constitución no se puede hablar de nada, ni de derecho a decidir, que va a haber presos políticos… Entonces, ahórrese la llamada porque no vamos a estar ahí», ha asegurado Otegi. Además de la liberación de Oriol Junqueras y los demás presos catalanes, el coordinador de EH Bildu quiere también que se reconozca el derecho de autodeterminación del pueblo vasco. De no ser así, esos 18 diputados que suman el partido independentista vasco y ERC se convertirían en un «no» que se sumaría al PP, Vox y presumiblemente Ciudadanos.
Aragonés advirtió a finales de octubre en un desayuno informativo que no se plegaría a las peticiones de Sánchez a no ser que se comprometiera a amnistiar a los políticos presos. De hecho, hizo hincapié en el matiz de la amnistía. Para ERC es importante que si se libera a los independentistas se haga reconociendo que no han cometido ningún delito. Por esto desde Esquerra rechazan el indulto, ya que implica que declarar la independencia fue un crimen. Cosa que no entienden así.
Ahora, Arnaldo Otegi quiere sacar rédito de la delicada situación que atraviesa el país. Y, sumándose a la causa independentista catalana, pretende condicionar su apoyo a lograr el derecho a la autodeterminación del País Vasco. Desde el PSOE saben que se trata de un tema delicado, pero insisten en que no permitirán ni cederán ante las exigencias de los nacionalistas (de los que ahora depende su futura investidura).
Sánchez insistió durante la campaña por activa y por pasiva que no permitiría que los políticos presos tuvieran privilegios. Que no les indultaría bajo ningún concepto. Pero el pacto con Unidas Podemos puede forzar a los socialistas a rebajar su dureza con los nacionalistas y sentarse al diálogo.
Otegi, además, se ha hecho eco del manifiesto que firmaron varios partidos nacionalistas para ponerlo como base para empezar a hablar de su apoyo a la investidura. Este manifiesto lo presentaron el pasado 25 de octubre ERC, el PDeCAT-Junts per Catalunya, EH Bildu, el BNG, la CUP, la Crida y formaciones minoritarias como Demòcrates, MÉS per Mallorca, MÉS per Menorca y Esquerra Valenciana. Con la sonada ausencia del PNV.
«La pregunta no es qué vamos a hacer nosotros sino ellos. Lo tienen que decir ellos, no nosotros», ha asegurado el líder de EH Bildu. Nosotros decimos: ¿Éste es un gobierno que para la involución y que definitivamente rompe con la herencia del franquismo en el tiempo que sea necesario, de manera acordada, inteligente, o es un gobierno que viene a dar una capa de chapa y pintura al régimen del 78?. Si es lo segundo no vamos a estar y si es lo primero podemos hablar», ha concluido Otegi.
Por su parte, ERC también ha puesto precio a la investidura. Y además de la condición de liberar a los políticos presos, está la idea de recuperar la polémica figura del relator. Aragonés ha asegurado que desde Esquerra Republicana estarán dispuestos a sentarse a negociar si recuperan la vía de Pedralbes. Básicamente consiste en volver «a crear una mesa de negociación política entre iguales, entre las instituciones catalanas y el Estado».
Cierto es que la postura de ERC ya no es tan dura como al principio. En un principio, la formación independentista estaba plantada en el «no» a Sánchez a no ser que se hablara de autodeterminación y de amnistía para los presos, tal y como aseguró hace unos días la portavoz del partido Marta Vilalta. Ahora, tan solo está recuperar la cumbre que pondría en igualdad de condiciones al Estado y a la Generalitat.
Ahora quien ha recuperado el testigo de ERC es EH Bildu. Otegi ha seguido el testigo de Vilalta y se ha lanzado a la piscina al exigir al Ejecutivo que reconozca el derecho de autodeterminación del pueblo vasco a cambio de su apoyo a la investidura. Algo que para Otegi significaría que el PSOE ha emprendido una «una agenda democratizadora en profundidad».