Diciembre de 2002. Un desconocido diputado socialista de la Asamblea de Madrid renuncia al cargo porque la Cadena SER, fuego amigo, ha hecho público un audio en el que alardea porque el PSOE anda «sobrado» de votos en los sondeos tras el hundimiento del Prestige. «Y si hace falta, hundimos otro barco», apostilla. Antonio Miguel Carmona saltaba a la fama.
Junio 2013. Carmona se ha subido a la ola de la telepolítica y alardea con tono cuñadesco a una Agrupación socialista de Chamberí que para hablar en los platós de los ERE, ¡ay!, está «teledirigido por Griñán y por Mario Jiménez».
Mayo de 2016. Carmona queda otra vez retratado al salir a la luz una conversación con un corrupto como Luis Pineda, capo ultraderechista de Ausbanc que lo llama para protestar contra una concejal de Carmena. El socialista, tras prometerle que arremetería contra Celia Meyer, no se corta: «Don Luis, eres el más grande (…) Que te quiero, eh, que lo sepas».
CARMONA, TINTÍN Y OTROS CHICOS DEL MONTÓN
Antonio Miguel Carmona sostiene que fundó una revista con 14 años, que tres años después estaba en el Ulster para verse con dirigentes del IRA y que en su juventud visitó a Gadafi, entrevista publicada por Ya, y presenció la caída del muro de Berlín.
Este profesor universitario, a pesar de contar con un currículum tan deslumbrante como el de José Luis Moreno, no pudo evitar cosechar el peor resultado del PSOE en la ciudad de Madrid allá por 2015. El PP lo quiso como alcalde para evitar a Carmena, pero Carmona asegura que no tragó y poco después apoyaría a Susana Díaz hasta que Pedro Sánchez los tumbó a los dos.
Carmona, que también es Teniente en la reserva del Ejército del Aire, no es broma, es un asiduo a los platós que comandan Ferreras y Ana Rosa a pesar que desde Ferraz llevan años pidiendo que le corten el grifo mediático.
HUMILDAD, HUMILDAD Y HUMILDAD
El Confidencial entrevistó a Carmona el pasado verano y el socialista comentó los pobres resultados del ‘Pepu’ en Madrid: «Me han llegado a decir que conmigo de candidato hubiéramos sacado cuatro o cinco concejales más en mayo… No lo creo. Somos un equipo. Soy un jugador de club».
El economista reconocía: «La dirección del partido ha decidido no contar conmigo ahora para la primera línea y no tengo problema, ahora hago política de otra forma, no necesito cobrar dinero para hacer política, llevo muchos años dando clases de economía en la universidad, no necesito seguir siendo concejal o senador.
Carmona, obsesivo con su imagen hasta el más mínimo detalle, también aseguraba en la entrevista que había tenido ofertas de otros dos partidos, y demostraba que no tenía abuela: «Según una encuesta de La Sexta, soy el político mejor valorado por los madrileños. Se lo agradezco mucho».
LOS REFUGIOS MEDIÁTICOS DE CARMONA
A Carmona, íntimo de Tomás Gómez, le gustan los medios: se le nota y no lo esconde. Los que le conocen dice que es «un buen tío», pero llaman la atención algunas amistades, algunos deslices y algunos compadreos: es la única estrella socialista de la que hablan bien en OK Diario.
Pero no solo Inda le tiene en estima: Carmona participa habitualmente en ‘Aquí opinamos todos’ del Canal 33 de Enrique Riobóo, presenta un programa de entrevistas ‘quinterianas’ en la ultramontana Radio Inter y dirige un portal llamado Diario Progresista.
CARMONA NO SE ABURRE
Carmona, que como fallido candidato hizo famoso el lema «pim, pam, propuesta«, también tiene tiempo para presidir la Fundación Socialdemócrata. En las últimos tiempos se le ha visto menos, pero es evidente que no se aburre: hace unos meses dio un discurso en urdu, el pasado verano aseguró que tras cenar con Revilla y Pedro Ruiz se enfrentó a un maltratador que le robó el móvil a su exnovia, y en Twitter se le puede ver bailando el Bella Ciao.
Aunque si los fans de este polifácetico político madrileño quieren conocerlo deben comprar el libro ‘Todo por Madrid’, hagiografía autorizadísima y panegírico digno de diván redactado por Nicolás Ferrando, habitual de Diario Progresista.
PENSAMIENTO Y OBRA
Volvamos a Carmona en Chamberí. El socialista utiliza el tono propio de un avispado que habla ante sus colegas en un bar para desvelar a los militantes, desconocedores de las entretelas mediáticas, cómo funciona el asunto.
«No nos preocupemos demasiado por lo que sale en los periódicos. Hay que preocuparse, pero la noticia de un periódico la leen 133 personas (…) Imagínate que es una mentira en un blog de El País, pues no pasa nada porque la leen 133 personas«, aseguró.
La cosa no quedó ahí: «Sin embargo, sales en televisión y te ven siete millones de personas. Yo voy a La Sexta y me ven tres millones». No tantos. Y sigue: «No se trata de algo personal, sino de enviar el mensaje del partido». En realidad Carmona ya no envía el mensaje de un partido cuya cúpula no lo traga. Quizás porque creen que podría servir de inspiración para películas como ‘La vida de nadie’.