Autismo España ha solicitado una mejora en la atención sanitaria para las personas con trastorno del espectro autista (TEA) contagiadas por el Covid-19, las cuales pasan por «no discriminarlas» en los protocolos clínicos, considerarlas como un colectivo vulnerable, priorizarlas en la realización de test diagnósticos y pruebas médicas, y realizar ajustes razonables en sus hospitalizaciones.
«Demandamos a las autoridades competentes que las personas con TEA no sean discriminadas por razón de su discapacidad en los protocolos clínicos de atención a pacientes contagiados de coronavirus. La discapacidad nunca puede ser un factor de discriminación, puesto que se atentaría contra los derechos humanos. Por ello, pedimos que las autoridades sanitarias vigilen que los protocolos existentes que se están aplicando en esta crisis sanitaria Covid-19 respetan la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad y los derechos que les son inherentes», ha dicho la organización.
Del mismo modo, ha subrayado la importancia de que se garantice la consideración de las personas con TEA como colectivo «especialmente vulnerable», debido tanto a sus especiales dificultades para adaptarse a los cambios y flexibilizar su comportamiento, como a las comorbilidades relacionadas con la salud que puedan presentar y que, tal y como ha recordado, «agravan de una forma importante» su situación vulnerabilidad.
Además, Autismo España ha solicitado priorizar la atención domiciliaria y/o la atención sanitaria en los establecimientos residenciales vinculados a las entidades del movimiento asociativo especializado en el caso de personas con TEA que se encuentren contagiadas, cuando sus condiciones de salud lo permitan, garantizando las medidas y recursos necesarios para su cuidado y tratamiento médico.
Del mimo modo, han solicitado que se flexibilicen las medidas que establecen el ingreso individual y el aislamiento de la persona afectada, permitiendo el acompañamiento en todo momento por parte de una persona cercana (familiar o profesional); y que se atienda a la persona, «en la medida de lo posible», en un entorno «estable» en el que se minimice la estimulación sensorial.
Por ejemplo, Autismo España ha abogado por asignar una cama alejada de lugares de paso o de la puerta de entrada a la habitación; facilitar que conserve objetos que minimicen la estimulación acústica o lumínica (cascos para los oídos o gafas de sol); favorecer que, si lo necesita, cuente con objetos le ayuden a regular el estrés (pelotas de relajación, mordedores o tejidos particulares).
Finalmente, la organización ha destacado la necesidad de que se cuente, en la medida de lo posible, con el asesoramiento y la orientación de familiares y/o profesionales especializados que conozcan a la persona y ayuden a establecer las medidas específicas en cada caso particular.