Sectores del PP admiten su inquietud por el giro de Ciudadanos ayudando a «salvar» a Pedro Sánchez en la cuarta votación de la prórroga del estado de alarma, ya que, según alegan, deja «tocada» la alianza de ‘España Suma’ que impulsó Pablo Casado a pocos meses de que se celebren elecciones en el País Vasco y Cataluña, donde los ‘populares’ quieren repetir esa colaboración electoral.
Además, dirigentes del PP consultados por Europa Press no ocultan su preocupación ante el hecho de que una colaboración más estable entre el PSOE y Cs a nivel parlamentario pueda introducir factores de inestabilidad en los Gobiernos autonómicos y municipales que sellaron ambos partidos tras los comicios de mayo de hace un año.
En las filas del PP no creen que en este momento corran peligro esos gobiernos regionales pero sí temen que una colaboración normalizada de Cs con los socialistas allane el camino a nuevos pactos a medio y largo plazo, empezando por ayuntamientos más pequeños y ciudades intermedias.
«PERDURABLE PARA QUE NO LA LLAMEN VELETA COMO A RIVERA»
Algunos de los consultados rechazan que este giro de Cs sea «solo para 15 días», después de la tensión interna que este movimiento ha provocado dentro de su propio partido, y prevén que se abre una puerta de cooperación con los socialistas a más largo plazo. «Tiene que ser perdurable en el tiempo para que no le llamen veleta como a su antecesor, Albert Rivera», recalca un parlamentario ‘popular’.
Sin embargo, otras fuentes enmarcan lo ocurrido en algo «puntual» y no creen que haya consecuencias de ningún tipo en gobiernos autonómicos o municipales, máxime cuando los datos económicos de «paro, déficit y posibles recortes no van a permitir a Cs vincularse demasiado al PSOE». Además, ven «difícil» que Podemos vaya a aceptar cambiar a ERC por los naranjas como socio parlamentario.
‘ESPAÑA SUMA’ TOCADA CON VASCAS Y CATALANAS EN EL HORIZONTE
Miembros del partido reconocen que si el «bandazo» de Ciudadanos se alarga en el tiempo quedará debilitada la coalición ‘España Suma’, en un momento en que se perfilan en el horizonte dos citas electorales, las vascas y las catalanas.
El PP y Cs ya suscribieron oficialmente un acuerdo de coalición para los comicios del País Vasco –con tensión interna de por medio al sustituir la candidatura de Alfonso Alonso por la de Carlos Iturgaiz– que estaba previstos para 25 de abril pero que se suspendieron por el coronavirus, igual que las gallegas.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, quiere convocar las elecciones vascas en julio y el pasado miércoles el Pleno del Congreso admitió una enmienda del PNV que permite celebrar citas electorales durante el estado de alarma.
También podrían ser este año las elecciones catalanas y hasta ahora la voluntad del PP catalán era buscar una alianza con Cs, que fue el partido más votado en las autonómicas de diciembre de 2017 precisamente con la candidatura de Inés Arrimadas, aunque con mayoría insuficiente para poder gobernar.
LA CLAVE, EN VER QUÉ PASARÁ EN SIGUIENTES PRÓRROGAS
Fuentes del PP consultadas por Europa Press admiten que en este panorama «incierto» la clave está en ver qué posición adopta Inés Arrimas en la votación de la próxima prórroga del estado de alarma que Sánchez llevará al Congreso dentro de dos semanas.
Este viernes, la líder de Cs no ha descartado apoyar otra vez esta medida excepcional, pero ha subrayado que su deseo es abandonarlo cuanto antes. Tampoco ha cerrado la puerta a pactar Presupuestos si el Ejecutivo «corrige el rumbo» y consensúa las medidas económicas con la oposición y los agentes sociales.
Este viraje de Cs en su estrategia ha roto a su vez los esquemas al PP, que quedó desconcertado con este movimiento de «salvación» a Sánchez y dejó desdibujado a Casado con su abstención. El acuerdo de Sánchez con Arrimadas y con el PNV convirtió en prescindibles los 89 diputados del Grupo Popular.
En cualquier caso, fuentes del partido subrayan que la votación del pasado miércoles en el Pleno del Congreso ha dejado rota la ‘foto de Colón’ porque PP, Cs y Vox han votado distinto en esa cuarta prórroga del estado de alarma (abstención, sí y no, respectivamente). «Se acaba con esa leyenda del trifachito de Colón que tanto ha utilizado la izquierda», resume un dirigente ‘popular’.
«VUELTA A SUS ORÍGENES COMO PARTIDO BISAGRA»
En las filas del PP sostienen que Arrimadas «ha salido mal de su congreso» y añaden que en un momento en que sus perspectivas electorales están «por los suelos» ha decidido lanzarse a este cambio de estrategia para recuperar espacio y visibilidad, presentándose a los ciudadanos como «partido útil».
«Arrimadas busca su supervivencia en un momento en que el partido está débil», señala otro responsable del PP con asiento en la Ejecutiva de Casado, que subraya que los naranjas perdieron su «gran oportunidad» tras las generales de abril cuando cosecharon 57 diputados.
Los ‘populares’ consideran que este paso supone una «vuelta a sus orígenes como partido bisagra». «Quiere volver a recuperar los apoyos financieros y mediáticos con los que nació a nivel nacional, que apostaban por construir una fuerza que condicionara los gobiernos de España para que no dependiera de fuerzas nacionalistas», según analiza un alto cargo de la época de Mariano Rajoy.
RECUERDAN LO QUE PASÓ A SUÁREZ Y CDS
Eso sí, algunos cargos advierten de que este «viaje» de Cs puede ser «muy peligroso» y se preguntan si el partido naranja sobrevivirá a otras elecciones generales. En este punto, un veterano miembro del PP le augura el mismo camino que a Adolfo Suárez con el partido Centro Democrático y Social (CDS) que fundó en 1982.
En este panorama, algunos de los consultados se muestran optimistas porque creen que Ciudadanos deja al PP el camino despejado como «única alternativa clara al Gobierno de Pedro Sánchez con capacidad de gobernar.