Sorbetes (de limón, sandía…) que puedes hacer en casa para refrescarte

Ahora que comienza el verano es uno de los alimentos más apetecibles junto con el helado o un gazpacho fresquito. Los sorbetes son uno de los caprichos estivales y además los hay de todos los sabores imaginables: limón, sandía, naranja… Lo mejor es que los puedes hacer en casa para refrescarte sin tener que salir y además ahorrando dinero.

El sorbete es un postre semi-helado, que se diferencia del helado por no contener ingredientes grasos, además de no incluir yema de huevo por lo que encima es sano y no engorda. Por esta razón su textura resulta menos firme, más líquida y menos cremosa que el helado pero igualmente refrescante. Vamos a ver cómo hacerlos y más acerca de este capricho tan rico.

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Los fundamentos de los sorbetes

Los sorbetes son dulces helados que se elaboran habitualmente con purés o zumos de frutas. Sus ingredientes básicos son zumo o puré de fruta, azúcar, agua y zumo de limón. El procedimiento habitual es hervir el agua con el azúcar unos cinco minutos para obtener lo que se llama almíbar simple.

La razón de que en la mayoría de las recetas se prefiera añadir este almíbar simple en lugar del azúcar y el agua por separado es que el azúcar ya está disuelto de forma efectiva en líquido, lo que favorece que no se formen cristales de hielo, mezclándose además mejor con la fruta.

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