El Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, que investiga el desfalco de 1.012.275 euros en las cuentas de la sociedad Limpieza Pública y Protección Ambiental (Lipasam), perteneciente al Ayuntamiento hispalense, a manos del excontable de la entidad; ha ampliado 18 meses el plazo de instrucción de este asunto.
En un auto emitido el pasado 17 de junio y recogido por Europa Press, el juzgado determina que «en estas actuaciones están pendientes diligencias a practicar, por lo que se da el supuesto previsto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que se acuerde la ampliación del plazo de instrucción dada la imposibilidad material de terminar la misma dentro de los seis meses siguientes a la incoación» de las citadas diligencias.
Por eso, el juzgado acuerda ampliar 18 meses el plazo de instrucción de la causa, a contar desde el 10 de septiembre de este año, «fecha en la cual finalizaría el plazo inicial de seis meses descontando el periodo de suspensión decretado desde el 14 de marzo al 4 de junio», fruto del estado de alarma implantado contra la pandemia de coronavirus Covid-19.
EL EXCONTABLE PASABA POR «UN MAL MOMENTO ECONÓMICO»
En cuanto a las diligencias en cuestión, recordemos que cuando el excontable de Lipasam Manuel M.G. declaró como investigado ante la citada instancia judicial, este hombre, contable en Lipasam desde 1989 y que cobraba unos 2.500 euros mensuales, aseguraba al juez instructor que desde 2008 incurrió en dicho desvío de los fondos de la empresa municipal porque estaba pasando por «un mal momento económico».
En ese sentido, Juan Espadas exponía meses atrás ante el pleno del Ayuntamiento que el excontable de Lipasam, que pidió su baja voluntaria en la empresa y ha puesto a disposición del juzgado dos fincas urbanas de su propiedad, ingresó hace «30 años» en la empresa como mero trabajador, es decir no era «un directivo nombrado por ningún gobierno» ni ningún cargo «a dedo», toda vez que por su trayectoria en la empresa y como encargado de «supervisar con el máximo rango» la contabilidad de la empresa «había generado un espacio de confianza entre sus responsables directos», que han sido «varios» a lo largo de los años.
UN «MECANISMO PERVERSO» PARA DESVIAR LOS FONDOS
Según Espadas, el excontable conocía «muy bien» el funcionamiento financiero de Lipasam y desviaba dinero de la empresa a su cuenta mediante un «mecanismo perverso y muy sofisticado» que «ha escapado a todas las auditorías» realizadas en la empresa en los últimos años.
Fue el 20 de diciembre del año pasado, en concreto, cuando la empresa municipal interpuso su denuncia inicial contra este hombre, una vez constatado que el ya extrabajador de Lipasam pudo realizar de forma supuestamente irregular transferencias a una cuenta personal desde 2014 por un importe de 422.512 euros, unos hechos que pueden ser constitutivos de un delito de malversación continuada de caudales públicos de especial gravedad, así como de un delito continuado de falsedad.
En un segundo escrito, el 8 de enero, como consecuencia de una segunda fase de las investigaciones y constatar que los hechos se remontarían a 2008 y la cuantía defraudada podría ascender a 1.012.275 euros, la denuncia inicial fue ampliada con tales aspectos.